¿Entendiste?

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Narrador omnisciente

Sasuke debajo de un Jutsu de transformación dejó entrar a el equipo de búsqueda.

— Adelante... Mi hermano está arriba... Está gravemente enfermo... Tal vez... Puedan ayudarlo...

— Haremos lo que se pueda... — Yamato se compartía amable, no sentía el chakra, ni de Sasuke ni de Tobi... Ni de Kakashi... — "¿Una ilusión?"

— Disculpa abuelo... Pero no haz visto a unos tipos con capas negras con nubes rojas, se hacen llamar Akatsuki... — Gai atacó... Estaba seguro de haber visto a los Akatsukis

— Akatsuki? Me suena el nombre... Pero no he visto a nadie con esa apariencia... Normalmente estamos aquí encerrados... Y solo salgo cuando necesitamos comida...

— Abuelo... ¿De casualidad vio a un joven de cabello negro, con un símbolo de abanico?— La peli-rosa sabía que estaba ocultando algo.

— No... Jamás lo e escuchado...

—  Hermano? Qué está pasando? — Un hombre igual o más viejo se acercó, llevaba un tipo de bufanda

— Hermano! Vuelve a la cama... Sigues estando mal...

— Por favor... No sé preocupe, pero si ven a alguien a como explicanos... No duden en avisarnos.

— Si... Muchas gracias...

Los ninjas de Konoha aún desconfiados se fueron.

Mientras que ambos Uchihas se mantenían firmes para evitar cualquier sospecha, no dejarían que volvieran, y al parecer, tomarían nuevas medidas.

Después de tal vez, unas dos horas, dejaron el Jutsu, y se encaminaron a las habitaciones que les corresponden.

— ¿Cómo callaste al Kyubii?

— Se llama Naruto, y eso no te interesa... — Se notaba molesto y seguro si tuvo problemas con el rubio para mantenerlo a raya.

Obito suspiro por debajo de la máscara, él aún tenía que explicarle las cosas a Kakashi, pero primero quería bajarse el coraje de haber visto a Gai, y claro, volver a hacerlo suyo, pero sin desquitarse, no quería lastimar al Hatake, otra vez como lo había hecho antes.

Sasuke por su lado, encontró a Naruto tal y como lo había dejado, amordazado, amarrado y con una erección. El rubio batallaba por liberarse con algún Jutsu, pero también el azabache se había encargado de esa parte, pergaminos que sellan el chakra, los puso por dos razones. Uno, que no encontrarán el chakra del zorro de las nueve colas, y segundo, por que sabía que el ojiazul, no dudaría en escapar en cuanto tuviera la oportunidad, o si no irse sobre él, por eso le dió la pastilla que consiguió del Uchiha mayor.

— Mírate... Tan hermoso... Tan excitante... Sabes que puedo comerte en ese estado ahora mismo... Pero me gusta torturarte un poco — Lamió el óvulo de la oreja del rubio quién gimió muy fuerte solo por esa acción

— Mmh~ (m-mi cuerpo... Está tan caliente... Ah...)

El cuerpo del chico acanelado vibraba, a veces hasta brincaba en busca de atención, no se podía masturbar, no se podía tocar, y Sasuke tampoco Cooperaba mucho.

Su mente a nublaba y tenía temblores de necesidad, y justo cuando vio el azabache aquello decidió cooperar un poco, comenzó con lamer los pezones rosados y a lamerlos con cariño mientras su mano acariciaba muy suave y lentamente, el miembro del rubio quién gimió al instante.

— Mmh~ ¿Así te gusta? ¿Qué te torture un poco?

Poco a poco su boca subía, pasando por el pecho, los hombros, el cuello, la mejilla hasta la oreja para susurrar con voz ronca.

Un Sueño Más Contigo <ObiKaka>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora