Apuesta

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Bajó con pesadez las escaleras hacia Rodorio, necesitaba respirar y tomar unos cuantos tragos.

Se metió entre los callejones hasta llegar al bar de donde salía hasta muy entrada la madrugada.

Prácticamente, se había convertido en una rutina desde que se había aliado al loco de Saga (como a veces le decía):

Entrenar por las mañanas hasta quedar completamente exhausto para después bajar al bar de mala muerte para estafar a unos cuantos sujetos y con ese dinero caer borracho hasta las 3 de la mañana donde se iba a lamentar a su templo y dormir como máximo 1 hora. Todos los días.

Entró con paso decidido y se preparó mentalmente para la partida de póquer, se sentó en la mesa que frecuentaba a esperar por una pobre alma que se atreviera a retarlo.

Después de tres partidas ganadas, casi se va de espaldas cuando dirigió su mirada a la puerta, viendo al par que se robaban sus cortas horas de sueño, se sobresaltó cuando ambos posaron su mirada en él.

Trató de hacerse pequeño en su silla e intentó esconderse tras su botella de whisky pero, desafortunadamente, una bebida no iba a detener los planes de la rosa y la espada, así que ambos se sentaron en las sillas de la mesa y lo miraron intensamente.

-¿Qué se les ofrece, caballeros?- Deathmask juntó el mazo de las cartas y las barajeó con una sonrisa medio divertida y medio torcida.

-Nada en especial- habló el español tomando de su botella y levantando los hombros sin interés, admitiría que le sorprendió un poco esta faceta de Shura.

-Únicamente, queríamos jugar una partida, ya sabes, como en los viejos tiempos- la rosa sonrió para darle un trago a la botella que le ofreció Shura.

-¿Tienen algo que puedan ofrecerme?- desde su punto de vista, pensó que estaba a punto de perder la cordura por la forma en la que ambos lo miraban como si pudieran ver a través de él... y no ayudaba en nada que su cerebro repetía una y otra vez la forma en la que ambos pasaban por su garganta el líquido embriagante.

-Tenemos una... propuesta muy interesante para ofrecerte- ambos cambiaron su mirada a total seriedad.

-Los escucho- repartió el mazo con lentitud y los miró de reojo, notando como los dos caballeros se miraron nerviosos, pasaron unos minutos antes de que Shura hablara.

-Bue... emm... mira... este... yo... nosotros... ¿Qué...- sonrojado fuertemente empezó a tartamudear causando la mirada confusa del cangrejo y que Afrodita rodara los ojos en señal de molestia.

-Antes de que nos mandes de una patada al inframundo queremos decirte que...- desvió la mirada y se sonrojó un poco- que... ambos... que nos gustas a los dos y sabemos que de alguna manera tú sientes lo mismo así que te proponemos una relación conjunta y equitativa para que ninguno sufra mientras los otros dos son felices- la rosa terminó de hablar con un tinte de fastidio.

-Eso es... entonces ¿Qué dices?- habló Shura con alivio de que su cómplice hablara por él.

Por otro lado, la cara del Italiano era digna de una postal.

-Estan locos- trató de levantarse pero sus piernas eran gelatina.

Ahí estaba de nuevo.

Tratando de ignorar el impulso de mover frenéticamente la cabeza en señal de afirmación, de gritarles que si sentía lo mismo.

Pero no.

Ya había desperdiciado suficiente dignidad como para que vinieran este par de idiotas y le hicieran sentir más miserable y estúpido que antes.

Tan metido estaba en sus pensamientos que por poco tira la silla cuando caminó a la salida, con suerte no lo seguirían e iría al otro bar que estaba al otro lado de la ciudad.

-Espera...- Afrodita lo tomó del brazo -Jugaremos con tus reglas- sonrió con malicia que causó un estremecimiento por parte del cangrejo.

-Apostaremos- dijo Shura con su típica faceta de acuario -Si alguno de nosotros dos gana, aceptas pero si tú ganas, haremos como si esto jamás hubiera pasado- le planteó con una ligera sonrisa con un poco de... ¿burla? ¡¿acaso Shura se burlaba de él?!

-¿O qué?... ¿tienes miedo?- Dita no perdió la oportunidad de burlarse de su compañero.

Deathmask lo meditó un poco, podía elegir entre su orgullo de caballero y la estúpida sensación que le provocaban.

Se giró a la mesa con la mirada de sus compañeros sobre él, se sentó y tomó sus cartas con una sonrisa de superioridad.

-Entonces... no tendré piedad con ustedes- los miró por encima de sus cartas con una retorcida sonrisa.



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Por alguna razón esa canción me recuerda a Deathmask, así que pensé que quedaba en esta situación

Ciao bellos ♡

Apostando Relaciones (ShuraxDMxDita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora