Capítulo 5

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Yo no podía creer lo que había hecho aquel día, Panchito me miraba con un poco desprecio, pero a la vez pena, creo que le dañe mucho sus sentimientos, ahora entendía porque se comportaba así conmigo, no fue mi intención hacerle daño. Yo le pedí perdón, pero él me besa para luego sonrojarse y decirme que estamos a mano, él se sienta en el sofá mientras yo me tapo la boca pensando en lo que acababa de pasar. Panchito andaba deprimido y sonrojado, creo que debo compensarlo con algo.

Me siento sobre las piernas de Panchito para luego acariciarle el cuello y comenzar a seducirlo, él me besa, yo le acaricio el pecho para luego tirarlo en el sofá. Me le acerco para luego morderle el cuello, él ríe, yo lo besó, pero él comienza a toser.

-perdóname- expresé.

Me aleje, Panchito tosía tocándose la garganta, creo que mi pico tocó su úvula. No estoy acostumbrado a ser el que inicie los besos, normalmente mis novias lo iniciaban, yo solo hacia un beso de piquito, nunca de meterlo por completo. Panchito se ríe y me acaricia la cabeza.

-descuida, así inicié yo- me dijo Panchito con una sonrisa- déjame te enseño.

Él se acerca para luego meterme el dedo en la boca, él me besa ladeando mi cabeza para no picarnos. Sus manos recorrían mis brazos, sentía su lengua en mi boca al igual que yo la de él. Panchito se abalanza sobre mí provocando que ambos caigamos al suelo, él sugiere ir a su cama, yo sabía lo que iba a pasar después.

Una vez en su cama, Panchito se desviste, yo no quiero, pero él lo hace por mí de una forma amable. Él me besa la frente para luego recostarme, yo me abrazo a mi mismo, él me calma. Me voltea para yo darle la espalda, lame mi espalda para luego empezar a hacerlo. Era la primera vez de ambos, Panchito no era nada blando, era como si se desquitara conmigo, sus gritos siempre los odie, pero no podía hacer nada más que gritar.

Yo ya no quería seguir, él me besa y me consuela, aún estaba en cuatro patas, él seguía empujando mientras yo trataba de no gritar muy fuerte. Él me venda los ojos, me besa las mejillas y la boca para luego seguir haciéndolo, yo comenzaba a asustarme y comencé a soltar lágrimas, él me quita la venda de los ojos y me besa pidiéndome perdón. Así le sigue hasta la noche.

Ya era de noche, mi espalda me duele bastante, estoy desnudo en la cama de Panchito, él ya estaba fuera de la habitación, yo apenas puedo moverme cuando en eso él entra con un par de refrescos, deja uno en el buró mientras él bebe el otro refresco.

- ¿Cómo estás? – me preguntó.

-adolorido, no fuiste para nada blando- le respondí

- perdona, no sabía como hacerlo y me descontrole- me dijo con una sonrisa.

Él andaba semidesnudo, él me acaricia la cola, yo solo cubría mi rostro con la almohada tratando de que no me viera sonrojado. Mi celular sonaba, apenas iba a coger el teléfono cuando en eso él lo toma y contesta la llamada, se trataba de Donald. Panchito se aleja de la cama para evitar que lo alcance.

-hola Donald, todo bien acá- dijo Panchito- perdona que José no te responda, él ahorita anda ocupado con algo.

Él seguía hablándole, se acerca a mí para voltearme frente a frente, él nuevamente hace el amor conmigo, empuja con más fuerza para que yo grite, yo me tapó la boca tratando de no gemir o gritar, quiero que pare, pero es imposible.

– ¿qué es lo que se escucha? – preguntó Panchito- es solo Panchito que se acaba de golpear el dedo con un martillo.

Yo lo miraba con odio mientras él seguía hablando y haciéndolo conmigo a la vez. Yo me intento levantar para quitárselo, pero al estar débil apenas tenía energías para sentarme, él solo sonreía mientras uno de sus brazos agarraba mi pierna.

- ¿quieres hablar con José? Déjame le digo- dijo Panchito.

Yo no sabía que hacer, ya ni siquiera contestar, le suplique a Panchito con mis manos que parase, pero él solo seguía haciéndolo, me da el teléfono. Yo le hablo a Donald, pero Panchito seguía empujando más fuerte con cada palabra que decía, me cubría la boca con la mano que tenía libre para evitar gemir frente al teléfono. Panchito toma mi mano para entrelazar sus dedos con los míos, ya no podía taparme la boca, comenzaba a sentir algo más, me despedí de Donald y quería colgar, pero Panchito me lo arrebata.

Panchito ya había llegado al clímax, pero aún él estaba dentro de mí, al menos ya había dejado de empujar. Él hablaba con Donald, yo ya iba a llegar al clímax, golpeaba suavemente a Panchito en sus piernas para que se alejase, pero apenas tenía energías, él seguía hablando e ignorándome. Yo ya no aguantaba más, llegué al clímax gimiendo en alto para luego taparme la boca rápidamente, Panchito me regaña y se despide de Donald colgando la llamada.

-tranquilo, él creerá que se trata de una remodelación- dijo Panchito alejándose de mí.

- ¿Por qué lo hiciste? – le pregunté.

-para estar a mano- me respondió.

Él me sonríe y me besa, deja el celular nuevamente en su lugar y se acuesta al lado mío, yo andaba todo agotado, él me abraza y yo solo me volteó para darle la espalda, su abrazo era cálido y acogedor, tendré que esperar hasta mañana para que sane mi cuerpo.


Amor extranjeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora