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Cap. 5 "Bebé"

"¿Cuál es su nombre?" Pregunto antes de poder detenerme a mí misma, refiriéndome al chico con rulos que se había ido con Jess. Niall toma un sorbo de su vaso y él me mira con sus amigables ojos, levantando sus cejas un poco.

"¿El nombre de quién?" él pregunta, y no estoy segura si él sólo está burlándose de mí o si realmente no sabe a quíen me refiero.

"El chico...  de rulos y..." empiezo a explicar y el rápidamente asiente.

"Él es Harry. También conocido como el chico malo de la ciudad" Niall resopla con diversión, aunque yo no encuentre nada divertido de su oración.

"No eres su tipo, Ally" Otra voz se une a nuestra conversación y miro a Louis, quien está ahora parado al lado de nosotros.

"Yo no quería-" comienzo pero soy interrumpida inmediatamente.

"Déjalo, cariño" Louis se ríe y mi cara se llena de vergüenza. No parecen estar prestando mucha atención a mis mejillas ruborizándose de nuevo, así que levanto mi cabeza y escaneo el alrededor de la habitación, mirando a la gente bailar sobre las mesas y tomando de sus vasos al mismo tiempo. La mayoría de las chicas están usando vestidos extremadamente cortos, como el que Jess estaba usando, y bailan alrededor de chicos, poniendo una gran sonrisa en sus caras. ¿No tienen un poco de respeto por ellas mismas? Nunca podría imaginarme moviéndome de esa manera y  sonriéndome ante el cuerpo de alguien.

Casi deseo que la secundaria ya haya comenzado, así ya hubiese encontrado gente que fuesen más como yo, en vez de estos estúpidos y borrachos. Nunca hubiese conocido a los amigos de mi nueva vecina o venido a esta fiesta con ellos. Podría estar en mi cama ahora, preparándome para dormir, pero en su lugar, cometí un error y vine aquí. Decido llamar a mi madre y decirle que me venga a buscar. Sé que estará enojada conmigo por haberle mentido, pero realmente quiero irme a mi casa.

"Voy a buscar un baño" les informo a Niall y a Louis, pero ninguno de los dos me responde. No estoy segura de que siquiera me hayan escuchado por la música, que se había puesto mas fuerte, pero sólo me encogí de hombros y fui empujando a la multitud hasta que alcancé las escaleras. Un baño debería ser un lugar lo suficientemente callado como para poder llamar a mi madre.

Alguien me aventa uno de esos vasos rojos mientras subo los escalones, pero lo dejo en la parte superior de un armario cuando llego a la parte superior. Unos idiotas borrachos se tambalean hacia mí y tengo que empujar a uno de ellos fuera de mi camino ya que estaban casi arrastrándome hacia el piso. ¿Por qué la gente bebe alcohol cuando los pone en una posición que los hace actuar como idiotas?

Trato de abrir cada puerta que veo, pero no tengo que seguir buscando, porque la quinta puerta revela un baño detrás de ella. Estoy disgustada con el olor allí, y hasta hay un poco de vómito en el asiento del inodoro. Inmediatamente empiezo a sentirme mal, pero cierro rápidamente la puerta y busco mi teléfono en los bolsillos de mis jeans.

Antes de que siquiera trate de marcar el número de mi madre, alguien trata de abrir la puerta. Cuando no pueden abrirla la primera vez, la manija comienza a moverse arriba y abajo rápidamente mientras miro como un niño mira a un juguete brillante. ¿No se dan cuenta que está cerrada?

"¿Quién está ahí?" alguien grita con un tono furioso. No me atrevo a responder.

"¡Tengo que orinar! Vayan a follar a algún otro lado" una voz más baja continúa enojada y unos golpes se pueden oír. Me paro detrás de la puerta con mi celular en la mano, tratando de averiguar qué hacer.

"¡Vamos!"

Pongo mi celular en el bolsillo antes de abrir la puerta y ver a Harry parado detrás. Ni siquiera tiene una remera puesta y es como si mi cerebro dejara de funcionar mientras me paro ahí mirando su torso. Los dos pájaros en sus pectorales llaman mi atención y estoy casi fascinada con ellos. Mientras mis ojos escanean más abajo y estudian sus tatuajes, noto que su cinturón está desabrochado. Puedo ver un poco de sus bóxers de Calvin Klein, y no tengo que pensar dos veces qué estaba haciendo y con quién.

"¿Ally?" Harry parece un poco sorprendido, pero rápidamente construye su confianza de nuevo. Mis mejillas comienzan a calentarse y sacudo mi cabeza, forzando a mis ojos a no mirar más su cuerpo.

"Puedo ir a otro sitio" digo sin siquiera mirarlo a sus ojos mientras paso por al lado de él.

"¡No, espera! ¡Bebé!" El grita a mis espaldas.

"¡No soy tu bebe!" Vislumbro por encima de mi hombro, pero sigo caminando. Eso hace que él se ría, pero cuando la puerta del baño se cierra nuevamente, sé que él no va a hacer que me quede.