Cap. 11 "¿Qué me está pasando?"

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"Nunca puedes decir nunca" Harry dice y yo ruedo mis ojos. No puedo creer que realmente esté bromeando de este tema con un chico. En Florida no podía hablarle a un chico sin enredarme en mis propias palabras. Aprieto en la herida varias veces más con su fría y mojada camiseta y quito la sangre allí y luego me levanto del tronco en el que estaba sentada. Le devuelvo a Harry su camiseta y él la apoya sobre su hombro antes de esconder sus grandes manos en los bolsillos de sus jeans. La tela está colgando peligrosamente en la parte baja de sus caderas y tengo que apartar mi mirada antes de que él note que estoy mirando cada parte de su cuerpo cada cinco segundos.

"¿Me puedes llevar a casa ahora?" le pregunto. Harry se mantiene en silencio y agarra el aro de su labio entre sus dientes

"Bueno..." levanto mis cejas mientras le pregunto nuevamente, esta vez con un tono más impaciente. La herida en mi rodilla sigue sangrando y agradecería ir a casa a limpiarla con algo más que sólo agua, que probablemente no sea del todo pura.

"Está bien. Déjame cargarte hasta el estacionamiento" él ofrece y trato de no oponerme. Me paro sobre el tronco donde estuve sentada hasta hace un segundo y él camina para pararse frente a mí así puedo subirme a su espalda. El familiar cosquilleo llega a mis muslos y luego recorre toda mi sangre cuando él me acomoda, pero trato de ignorarlo.

Seguimos el río y caminamos junto a éste justo por la dirección en la que la estación de gas se encontraba. Sólo puedo admirar la belleza de la naturaleza y deseo tener mi propio auto así podría venir hasta aquí alguna vez. Los pájaros están cantando en el fondo y el cielo ahora esta despejado, sin nubes y casi me olvido del pequeño incidente que Harry y yo habíamos tenido previamente. En este momento nos estamos llevando bastante bien así que, podríamos ser amigos después de todo. Me río ante mis pensamientos, porque nunca pensé que sería amiga de un chico agujereado y tatuado, quien probablemente es dos años mayor que yo.

"¿Qué es tan gracioso?" vuelvo a la realidad cuando Harry abre su boca y gira su cabeza hacia mi para mirarme.

"Nada, nada..." me sonrío a mi misma y miro alrededor nuestro para ver que ya casi estamos en el estacionamiento.

Ni siquiera miro mi figura y la de Harry reflejandose en los vidrios de la estación de gas, porque sé que parezco una niña sentada en su espalda y así no es como quiero verme. Desearía ser más alta y lucir más madura como Jess. Desearía no tener preocupaciones y ser valiente como ella. Desearía que no me importara tanto mi primer beso y el hecho de que lo había perdido con Harry, pero si me importa. Porque simplemente así es como soy.

Harry me baja de su espalda para que me suba en la motocicleta y me pasa un casco sin decir nada Me da la remera sucia que tenía en su hombro y se sube también, encendiendo el motor mientras envuelvo mis brazos en su todavía desnudo torso. ¿no tendrá frío con la brisa? No me molesto en preguntarle porque no es como si tuviésemos otra opción. O también podríamos esperar a que la remera se seque, pero eso tomaría una eternidad y aún esta manchada con sangre. Espero a que diga algo antes de que acelere, pero no abre la boca. De vez en cuando su cabeza se gira hacia atrás un poco, tal vez par asegurarse de que sigo aquí y lo veo fruncir le ceño ligeramente. De repente está siendo algo distante pero no puedo saber por qué.

Luego de llegar a la ciudad, Harry conduce hasta mi casa y me bajo de la motocicleta y le doy el casco. Lego a ver que tiene una expresión confusa en su cara hasta que se da cuenta que lo estoy mirando.

"¿Qué?" Harry casi frunce el ceño y me sorprendo por el tono de su voz.

"Nada, supongo. Gracias por... lo que hiciste" sacudo mi cabeza y cierro mis ojos por un segundo para volver a abrirlos al instante. Harry ardiente justo antes de que la puerta principal de mi casa se abra. Sus ojos se apartan de mí hacia la persona que está parada en la puerta, quien sin ninguna duda es mi madre. Trago bruscamente y comienzo a sentirme nerviosa mientras agacho mi cabeza y miro la punta de mis pies. Puedo escuchar a Harry encendiendo el motor nuevamente y acto seguido se va. Y no me doy cuenta hasta ahora que sigo teniendo su remera en mi mano.

"¿Ally?" la voz de mi madre cuestiona cuando lentamente me doy la vuelta. El jadeo que se escapa de su boca me hace darme cuenta que ya notó mi herida, pero empiezo a caminar hacia la puerta sin reaccionar de ninguna manera.

"¡¿Qué te ha hecho?!" ella lamenta con una voz alta y le doy una mirada de costado.

"No me ha hecho nada, mamá" le contesto y entro en el vestíbulo y ella me sigue. La puerta se cierra detrás de mi cuando continúo yendo hacia mi habitación y el dolor punzante en mi cicatriz vuelve a aparecer. Respiro entre mis dientes cuando la tela de la remera de Harry accidentalmente toca mi piel herida.

"Entonces, ¿de dónde vino eso?" mamá continúa, pero su tono tenía más preocupación que enojo. Ella agarra mi mano, la que estaba sujetando la remera, y yo aprieto la tela más fuerte.

"Ally, déjame ver" ella simplemente no lo va a dejar pasar.

"Estoy bien, mamá, solo necesito un poco de descanso" suspiro y ella suelta mi mano, asintiendo comprensivamente. No me había dado cuenta cuán cansada estaba, incluso aunque había dormido bien en la casa de Louis. Es que había pasado tanto en tan poco tiempo que no podía procesar todo en mi mente.

Mamá me mira mientras sigo caminando hacia mi cuarto y corro mis dedos por mis despeinadas ondas.

"¿Ally?" su voz interroga y la miro por última vez antes de que cierre la puerta.

"¿Si?" mi voz dale en un tono más fuerte del que esperaba y la expresión en su cara es casi asustada.

Espero a que mi mamá abra la boca pero se mantiene en silencio. Después de un momento, me da una sonrisa y trato de darle otra de regreso antes de que desaparezca de mi habitación. La situación se había dado vuelta. En la mañana era yo la que se quedaba sin palabras, y ahora era ella.

La remera en mi mano cae en el suelo y me lanzo sobre el sofá, concentrando mi mirada lejos. Una parte de mí estaba gritando en mi interior por el beso y la otra parte me preguntaba en qué estaba pensando. Quiero que me bese nuevamente, pero estoy segura de que no quiere que pase. Quiero que vuelva a tocar mi piel y que me haga sentir de nuevo ese cosquilleo, pero no quebró que ni siquiera me roce, nunca en un millón de años.

Me levanto del sofá y me detengo cuando la remera en el piso atrapa mi atención nuevamente. Mi mente vuelve al momento en el que Harry pasó la remera por su sudada cabeza, dejando ver su musculoso y tatuado cuerpo. Y me recordaba cuán atractivo me parecía.

¿Qué me está pasando?

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Se que hace mucho que no subiamos capítulos, es que estuve de viaje y se me hacia imposible publicar. Pero aquí tienen el capítulo número 11!!!!!

Espero que sigan leyendo y votando :)))))

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