capítulo 1

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Una vez más, otra noche más. El frío que invade mi cuerpo se ha vuelto lo único que puedo sentir desde ahora que no puedo recordar nada. Momentos en los que reí, lloré, se han ido, ¿de qué vale la vida si no podré tener los recuerdos pasados? No tengo a nadie, a nadie quien recuerde, sólo tengo una triste soledad por la cual tengo que pasar. La confusión me invade, y no sé ni qué ni cuál es la verdad. ¿Mi familia? Se supone que es en lo único en lo que una persona puede confiar. Pero desde que sufrí tal accidente nadie se ha acercado a mí, nadie a excepción de él.
Después de salir de la clínica, un 5 de enero, un chico se me acercó y me habló. Estaba muy confundida y tenía un fuerte dolor en mi cabeza que me estaba matando, así que lo primero que le dije fue que me dejara descansar. Estuve sorprendida, cuando desperté él me estaba esperando afuera; yo no sabía quién era. En mi cabeza sólo está mi hija, mi chiquita la cual pienso que debe estar sola y extrañándome tal como yo la estoy extrañando a ella. Le pido a Dios todos los días que me ayude y que cuide a mi niña. 
Pero, ¿cómo y cuándo pasó todo esto?
Desde mi infancia me ha tocado ser una persona independiente para poder sobrevivir el día a día, ya que mi familia era pobre y mi madre estaba enferma; yo luchaba cada vez para poder llevar el pan a mi casa. No tengo estudios y lo que sé ha sido por mi cuenta.
He llevado una vida dura porque no tengo en quién apoyarme ni nada por el estilo.
Cuando llegué a la adolescencia encontré un hombre el cual parecía el hombre de mis sueños, yo simplemente lo veía así por cómo me trataba, no abrí ni los ojos en ese momento porque guapo no era. Tal vez debido a mi soledad yo buscaba desesperada a alguien con el cual si pudiera llenar el vacío.
Él efectivamente no era lo que aparentaba, después de un tiempo lo que hizo fue dejarme e irse con otras mujeres porque le aburrí, entonces volví a quedar sola, y otra vez, con el corazón partido. Así fue pasando el tiempo y los traidores en mi vida.
De adolescente no tuve buena formación ni principios, buscaba era el dinero a través de diferentes trabajos los cuales no se incluían los principios morales, tener un amo al cual obedecer siempre.
Quedé embarazada con 16 años y decidí tener a mi bebé porque tal vez así podía sentir que alguien podría acompañar al fin.
Cuando al fin tuve a mi bebé me tocó dejar de trabajar por un tiempo, ya que necesitaba estar con ella. Pero cuando creció y la pude dejar en un jardín empecé a trabajar.
Tuve un grave accidente en mi trabajo cuando mi hija tenía 2 años, fué un golpe muy fuerte en la cabeza el cual me dejó en coma.
Hoy es otro día el cual sigo confundida de lo que pasó en todo ese tiempo, siguiendo sola y confundida.
Pero lo que más me interesa saber es... ¿Quién es él?

Memoria ImborrableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora