capítulo 6

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¡No puedo creerlo! Dentro de la caja había una mano humana con una nota que decía:
"Esto significa que tienes 5 horas para salvarla, o perderé del todo la paciencia."

No podía seguir con más lamentos en mi casa viendo pasar cada minuto en el que estaría más en peligro la vida de mi Lina; y menos tiempo me quedaba para esperar a que llegara la policía a que estudiara los hechos. Tenía que actuar y de INMEDIATO. Así que tomo las llaves, me aseguró de cerrar bien las puertas y salgo en el auto.

Pero ahora, ¿a dónde voy? No tengo la más remota idea en la cual pudiera saber el paradero de mi familia, ¿y ahora qué hago? Primero busco a los alrededores esperando alguna pista, esto sería fácil ya que es tarde en la noche y las calles mantienen solas y sin ningún vehículo fuera, ya que la reputación del vecindario es muy conocida; pero no por lo bueno que sea, sino por las maldades que se conoce que han pasado ahí. Y bueno, yo me he convertido en una de esas víctimas. Sigo buscando a medida que pasa el tiempo y me estoy desesperando más ya que no encuentro un rastro de alguien cerca.

Decido parar el automóvil ya que no llegaré a ningún lado si sigo dando vueltas sin propósito. Me pongo a pensar y a tratar de recordar más, debo hacer un esfuerzo para así sea poder relacionar la situación con algo.

En este proceso mi mente logra adquirir muchos recuerdos, entre esos logro encontrar algunos que me dicen algo sobre Lorde.
Recuerdo que cuando ella y yo llegamos a la adolescencia, justo antes de apartarme de ella debido a la muerte de mis padres tuvimos una larga e inolvidable charla. En esta yo le conté mis propósitos y metas las cuales quería desarrollar a lo largo de las aventuras que se me pudieran venir por delante, asegurándole que también quería encontrar a alguien el cual pudiera tener cierto apoyo para seguir adelante. En esos momentos me fijé que en cuanto ella me escuchaba, ya no me miraba igual que siempre, noté que se sentía al parecer fastidiada. Pero yo en esos momentos por la emoción que sentía al hablar sobre eso, no le presté atención. Luego, al momento de culminación de la larga charla que le dí a ella, le pregunté si tenía algún propósito o si tenía algo que la motivara a hacer algo en específico, de inmediato cambió su expresión y con un rostro un poco maquiavélico me contestó con mal tono y me dijo que sí tenía algo que la motivara, y era la de tener venganza con alguien la cual parecía muy feliz. En esos momentos le pregunté:
-¿Por qué te sientes así ante tal persona?
-No es de tu incumbencia, pero sólo te diré que es porque nadie se me roba el crédito a mí de nada.

No le presté atención ya que Lorde siempre le gustaba ser el centro de atención.

Memoria ImborrableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora