Parte única

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Mil grullas.

Víctor, ¿sabes? Hay una leyenda en Japón que dice "Si haces mil grullas de papel tu mayor deseo se hará realidad".

OooO

El que fuera el día más feliz de su vida terminó por ser el más devastador, cuando, al terminar sus votos y darse el tan anhelado sí que postergaron cinco años, lo vió desvanecerse frente a sus ojos.

La transmisión en vivo del celular del mejor amigo del amor de su vida se cortó en ese momento, pero el vídeo siguió circulando durante semanas al igual que un montón de especulaciones y falsas noticias.

Por desgracia, la atención no requerida de medio mundo preguntándose qué demonios pasaba con el As de Japón no ayudaba en lo absoluto para quienes eran de su círculo íntimo y tampoco tenían idea de porque sucedió aquello.

Solo desconcierto y temor.

Su propio cuerpo reaccionó con rapidez para sostenerlo entre sus brazos al mismo tiempo que la gente a su alrededor, conmocionada y asustada por la escena, corrían de un lado a otro en busca de ayuda.

Paso una noche en vela, sosteniendo su mano con firmeza; tratando de ser fuerte y soportar todo esto, intentando no caer en la desesperación por la lentitud de los médicos al dar los resultados de los exhaustivos exámenes que le realizaran al japonés; Viktor no escatimó en gastos, asegurándose de que su ahora esposo estuviera en las mejores manos.

Al día siguiente Yuri despertó con un mejor semblante y se disculpó con todos por armar semejante alboroto y con Viktor repitió sus disculpas por haberlos hecho perder su vuelo de luna de miel a las Bahamas.
El solo le sonrió con dulzura, pese a toda la incertidumbre del momento, era un alivio verlo como siempre.

No parecía que su desvanecimiento fuera algo grave, pero Viktor no lo pasaría por alto.

Su familia y amigos lo visitaron durante casi todo el día hasta que la hora de visita terminó y solo quedaban ellos dos.

Hablaron de todo y nada, como solían hacerlo.

Anécdotas de ambos en la pre ceremonia y las locuras que cometieron en su despedida de soltero.

Riendo por la ironía que era apenas darse el saludo matutino durante los últimos días, precisamente por estar al pendiente de su próxima boda y las vacaciones que ya habían agendado desde hace más de un año.

Hicieron planes de lo que harían en cuanto le dieran el alta a Yuri.

Si en verdad sería buena idea dejar a Macachín en Hasetsu, después del susto con los manjus tenían que vigilarlo constantemente.

Se abrazaron, se besaron y se miraron a los ojos.

Callaron un momento para contemplar el profundo amor que transmitía el otro, dándose a entender que no importaba si habían comenzado mal su primer día de casados, ya luego lo compensarían...

Yuuri sonrió con las mejillas sonrojadas y Viktor no resistió en darle un beso más intenso y duradero que los anteriores.

¡Como lo amaba!

Su momento íntimo se vio interrumpido por la llegada del médico, anunciándose al otro lado de la puerta.

Viktor le dio un último beso a Yuri antes de abrirle al doctor.

Su rostro severo no le inspiró confianza, por lo que todo rastro de felicidad anterior quedo en el olvido y regresó al lado de Yuri, quién también buscaba su cercanía para escuchar lo que sucedía.

Mil grullas (Viccturi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora