Capitulo 2

35 10 1
                                    


Una vez Minseok por darle una broma pesada a su hermana la dejo encerrada en el baño de la casa de su niñez, a oscuras, le había dicho que estaban a dos arañas. La pobre niña lloro desconsoladamente, gritaba, pataleaba, decía que sentía cosas en sus piernas, cosa que hizo que se sintiera culpable por hacer llorar a su hermana pequeña. El hermano mayor con mucha culpa entro al baño para decirle que no era cierto pero un palo de escoba se le partió en la cabeza, junto con una Adeley muy aterrorizada que por miedo le pegaba a su hermano sin piedad. Desde ese día trato de que ninguna araña estuviera cerca de ella mientras él estuviera en la misma habitación.

- N-o no te creo-o – decía mientras veía como loca por cada rincón de su casa.

- Que triste, vas a dañar tu consolador por tanto uso – Minseok estaba muy contento por la conversación pero no se percato que su hermana no le agrado el comentario de las arañas, termino dejándolo hablar solo al momento de colgar.

Tuvo alrededor de dos semanas su proceso de mudanza, no tuvo tiempo de arreglarse siempre bajaba por el ascensor no muy arreglado, eran muchas cosas las cuales tendría que poner en su hogar. Pero un día estaba tan cansada que no le importo lo más mínimo como bajara a recoger lo poco para terminar su mudanza, estaba con una bata rota, la cual usaba para las noches de despecho producido por hombres, una pantuflas de conejo, no se había bañado por lo ocupada que estaba, con malos olores por todos lados, los labios agrietados, tenía un grano el entrecejo que la dejaba con los pelos de punta, lo único que estaba muy bien era su bello cabello castaño oscuro que dejaba un aspecto no tan asqueroso.

Bajo por el ascensor con un caminar perezoso, abajo se encontraba su hermano, recostado en su auto, que le trajo las pertenecías que le faltaban, Minseok la ayudo con lo que faltaba, pero se les quedo algo que era lo ultimo para culminar, Adeley se dio cuenta, tomo el gran bolso transparente que dejaba ver lo que tiene en el interior y dos grandes cajas, no había más espacio en sus brazos pero ella siguió, con mucho cuidado caminaba, fijo su vista por el pequeño jardín trasero de los edificios, ya que estaban conectados, encontrando un hombre muy hermoso paseando un lobo siberiano, era un poco más alto que ella, joven, se podría decir que no había mucha diferencia de edad entre ellos , cabello negro lizo, grandes ojos rasgados , cejas pobladas, unos lindos y apetitosos labios en forma de corazón que le daban ganas de besarlos, piel blanca como la nieve.

Aquella chica sentía que sus pies se volvían gelatina solo con su presencia, ella pensó que ese chico era de otro edificio y jamás lo volvería a ver, aprovecho cada segundo para poder apreciar cada detalle, camino después un poco más rápido recordando lo mal vestida que estaba. Entro con dificultad por el lugar, presiono el botón para esperar el ascensor, una puerta se abrió para luego cerrarse, le entro curiosidad de quien pudiera ser la persona que estaba allí, sus ojos se abrieron como plato al darse cuenta de que era aquel sexy chico que dejo pasmada con tan solo verlo, al parecer el también vivía en el mismo edificio, unos segundos de total silencio que la ponían muy ansiosa por llegar a su tan esperado destino. El ascensor llego abriendo sus puertas de par en par dejando ver que estaba vacío, nadie podía salvarla de tal vergüenza, el chico de hermoso perro muy caballeroso dejo que ella entrara primero, luego entro con su perro, Adeley quería en ese preciso momento que la tierra la tragara, pero luego pensó que estaba tan asquerosa que la tierra la vomitaría de nuevo.

- ¿Piso? – pregunto el hermoso chico de ojos oscuros

- 8 por favor – dijo lo más bajo que dejo su voz. El chico lo presiono pero no se percato de que no había marcado otro piso, la vista de ella estaba en su perro.

Para su mala suerte el hermoso perro comenzó a olfatear sus pies, a los pocos segundos como si hubiera olido lo peor del mundo se alejo, es como si ese olor lo fuera regañado. Las mejillas de ella estaban rojas, fueron los minutos más largos en toda su vida, no quería estar allí, la única distracción que podía obtener por el momento era observar la mascota del dueño. Adeley se sentía demasiado extraña, no era del tipo de chica callada, sumisa, era más atrevida y divertida, de las que pasabas horas hablando con ella sin cansarte, tiene unas ocurrencias que hacen que tu día sea el mejor de todos, pero ahí estaba, sin poder verlo a los ojos, paso por su mente que ella era una sumisa y el era su Grey.

El tan esperado piso 8 llego, él le dio paso para que ella pasara primero, lo que ella no desaprovecho para acabar con la vergüenza que traía encima, coloco el bolso en el suelo afuera de la puerta, batallo con el bolsillo de su bata para sacar las llaves, un sonido la descoloco, escucho como unas llaves se escuchaban al lado de ella, posiciono su vista al sonido, para llevarse una sorpresa, el chico sexy era su vecino de al lado.


No More Unrestricted - Do KyungsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora