SEXO COMPRO, SEXO VENDO, SEXO ARRIENDO (JiCheol)

(05)

Pasó una semana entera donde Jihoon no volvió a visitar aquel lugar, tenía miedo de que si volvía a ver a SeungCheol su mente le traicionara de nuevo. Había tenido sueños con respecto al trio y su imaginación ya volaba muy lejos, despertó varias veces con su ropa interior mojada y manchada con un liquido espeso y viscoso

Se encontraba en su turno de trabajo en donde la gente no paraba de entrar para comprar preservativos, se acercaba el día de los enamorados y más que seguro la cita ideal de muchos sería una bonita cena y la tan ansiada noche de pasión

—Llevaré a Minghao al mirador, es un buen lugar para hacerlo, bajo la luz de la luna y las estrellas —Le dijo SoonYoung que estaba a un costado del mesón mientras que Jihoon terminaba de atender a un cliente. Jamás tuvo pudor de contar su vida privada

—Te dije que no quiero saber de tu vida sexual, Soon

Cuando quedaron solos Jihoon sólo suspiró, SoonYoung al fin y al cabo era su único amigo con el cual podía hablar, aunque le incomodara

—Hice un trio —Le murmuró Jihoon contando los billetes de la caja

—¿Es una broma? —Le preguntó sorprendido, esperaba que así lo fuera pero la expresión de Jihoon era tan relajada que terminó por creerlo —Debes contarme todo, cómo, cuándo, dónde, con quién

Jihoon puso sus codos sobre él mesón intentando escoger las palabras exactas para contar su historia, debía ocultar algunos detalles y sobretodo sus pensamientos sobre SeungCheol

—He ido donde me recomendaste y resulta que la última vez me dieron una habitación y SeungCheol también estaba ahí —Jihoon hizo un gesto de asombro bajando el volumen de su voz —Decidí hacerlo porque la mujer era bien atractiva y no fue tan malo

—¿Quién es SeungCheol? —Fue lo único que preguntó su amigo

—SeungCheol es... —Se quedó pensando en quien diablos era realmente, no era su amigo, ni un familiar, simplemente era un conocido —Es con quien hice el trio, así se llamaba

SoonYoung lo miró extrañado, se supone que en esos lugares no dices tu nombre o al menos no uno real

—¿Era guapo?

—¿P... Piensas que me gustan los hombres? —Jihoon se defendió con algo de tartamudeo

—Te pregunté si es guapo solamente

—Es atractivo si, pero no me gusta

—Quiero que me respondas algo Jihoon —SoonYoung se inclinó hacía él con su sesgada mirada —¿Lo viste mientras tenían sexo?

Jihoon buscó palabras que significaran si pero que a la vez fueran no, tenía un dilema —Un par de veces

—¿Y cómo te sentiste?

—SoonYoung, la gente puede hacerlo mirando a otra persona y sentir absolutamente nada, los actores porno se miran y no se vuelven gays —Se defendió el pequeño sin prestarle atención con su mirada

—Hola Jihoon —Le saludó una voz ronca y conocida, distrayéndolo de la cuenta de los billetes en mano

Jihoon alzó la vista de inmediato, no quería volver a encontrarlo ni mucho menos en su trabajo

—Hola, buenas tardes —Intentó sonar lo mas profesional que pudo —¿Qué desea llevar?

—Quiero un agua mineral y un snack, por favor —Pensó que al menos era cortés

—¿No vas a llevar condones? —Jihoon no supo de donde sacó valor para preguntar eso, sintió su rostro caliente por la vergüenza

—No lo sé —SeungCheol miró de reojo a SoonYoung que observaba atento la escena —¿Iras hoy?

—No lo sé —Respondió en voz baja

Se despidió con una linda sonrisa la cual provocó que Jihoon sonriera inconcientemente. Una vez volvieron a quedar solos SoonYoung lo invadió de preguntas que Jihoon prefirió ignorar, no era que sintiera cosas por SeungCheol, sino que más bien al verlo no podía dejar de estudiar cada detalle de su cuerpo y recordar esa noche que fue testigo de sus roncos gemidos y el sudor sobre su rostro

Finalmente si acudió al dicho lugar, tenía que quitarse sus ganas de alguna manera. Rogó por no encontrarse a SeungCheol pero para su mala suerte fue al primero que vio cuando ingresó

Le sonrió ampliamente mientras se dirigía al pasillo para entrar a la habitación que le habían asignado. Jihoon sintió una sensación agradable por su cuerpo con sólo saber que SeungCheol estaría a unas cuantas habitaciones disfrutando el sexo, ansiaba tanto escucharlo. Y ese cosquilleo se dirigía a su entrepierna