No pude dormir a causa del mensaje de Estefanía fue en vano pensar en una respuesta pero sin embargo no pide hacerlo.
El lunes comenzó algo extraño un compañero no dejo de mirarme sentía como me despreciaba en silencio. El maestro no llegó a la siguiente clase por lo tanto teníamos clase libre, Estefanía aprovecho y se acercó a mi lugar algo tímida y triste, lo cual era raro.
Mostrándole el medio corazón le pregunté:
-¿Qué significa esto?
-¿Es que aún no lo sabes?
Ciertamente no lo sabía pero no quiera aparentar estar inseguro así que le cuestione:
-¿Porque yo?
-Eres el único que me hace sentir bien conmigo misma
No pude controlarme y solté una pequeña pero significativa lágrima.
-¿Sabes que lo nuestro no es posible cierto?
-Eso no es cierto.
Con una sonrisa le dije.
-Podemos intentarlo, pero no te aseguro nada.
-No me importa el tiempo que pasemos mientras estemos juntos nada me hará sentir triste.
Salimos hasta mediados de segundo de secundaria, cada día que pasaba con ella era el mejor de mi vida.
Pasaron tantas cosas junto a ella que me hacían sentir la persona más feliz de todo el mundo a pesar de qué tenía problemas con mi familia debido a mi fascinación por el nacional socialismo y su ideología.Esperaba con ansias volver a sentir su cálido cuerpo con un abrazo, probar esos dulces y hermosos labios; no sabía que esos besos y abrazos serian los últimos que probaría en mi vida.
Entre cita y cita había menos y menos cariño cambio los besos en la boca por besos en el cachete y habían menos abrazos, ocurrió algo que había cambiado su forma de ser ya no era la misma persona de antes ya casi no contestaba mis mensajes, cuando hablaba con ella no tardaba en contestarme y ahora ya casi ni se preocupa en verlos.
El martes no asistió a la escuela lo cual se me hizo raro ya que ella siempre asistía y casi nunca faltaba, las preguntas no dejaban de rodear mi mente:
-¿Porque?, ¿Le habrá ocurrido algo?
No podía dejar de pensar en un millar de cosas que podían haberle pasado, estaba devastado.
-Oye rancho, Que tal te va?, Era Alex a quien de cariño le decíamos chileno, era lo mejor para jugar fútbol.
-Más o menos- respondi muy angustiado.
-Sea lo que sea estarás bien- me dijo con una sonrisa.
Chileno siempre me levantaba el ánimo, jamás pensaría en que se iría.
-TE QUIERO RANCHO!!!!!!
Hasta ese momento nadie se había preocupado por levantar mi ánimo, el verdaderamente era una persona muy invaluable e irrepetible, jamás lo podré olvidarChileno: Jamas nadie podrá rellenar el hueco que dejaste en varias personas al irte, te esperare y espero que los demás con los brazos y el corazón abierto. Mucha suerte
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Mi Historia
Ficțiune adolescențiCuenta la historia de un adolescente al ser juzgado como nazi