Capítulo # 17 [Honestidad]

1.7K 127 64
                                    

*Bill*

Estaba profunda y tranquilamente dormido, hasta que sentí un peso extra cerca de mi, unos brazos abrazandome del cuello, abrí los ojos mirando dónde estaba y me di cuenta que estaba en el sótano de Dipper, y quien me estaba abrazando justamente era él, entonces todos los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente, habíamos tenido relaciones sexuales y él quiso. Una sonrisa adornó mi cara mientras que le acariciaba la espalda con cariño y depositaba un beso en su frente.

- ¿Cómo es que en cuestión de horas me volví tan loco por ti, niño? - me cuestioné observando su rostro durmiendo plácidamente sobre mi, se veía tan adorable - diablos... Este no soy yo, ¿Será que me lanzó una maldición? - miré hacia el techo, y me puse a pensar, ¿Cómo pasé de torturarlo y lastimarlo a enamorarme de él? ¿Acaso es posible eso? Le he hecho bastante daño, ¿Cómo reaccionará al despertar? Probablemente no sea una buena reacción.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos, cuando sentí algo o mejor dicho alguien removerse a mi lado, Dipper se estaba comenzando a despertar. Cuando abrió por completo sus ojos, lo primero que vio fue a mis ojos, con cara de sorpresa, y después observó nuestros cuerpos desnudos y se aterró más, levantándose rápido y cayendo al piso haciéndole soltar un quejido de dolor.

- ¡¿Q-qué acaba de pasar!? - preguntó asustado y tratando de tapar sus partes con sus manos, como si no lo hubiera visto desnudo ya - no me digas que... Oh no puede ser - por lo visto, recordó lo que pasó anoche, y su expresión fue aún más de terror - ¡E-esto fue un accidente! ¡No me hagas daño por favor! - exclamó retrocediendo un poco, bueno admito que eso me dolió un poco.

- hey, Dipper - me levanté y me acerqué a él, quien retrocedía cada vez que me le acercaba hasta que chocó su espalda contra la pared y ya no pudo retroceder más - niño, tranquilizate, sé que te he estado lastimando desde que llegaste aquí, pero lo que pasó ayer no es para que pienses que hoy te haré daño - me puse de rodillas, para quedar a su altura, agarré su mentón y lo hice verme a los ojos - sé que es imposible que me creas, pero te digo la verdad - traté de poner una expresión seria pero a la vez tranquila, para asegurarle de que no estaba mintiendo.

- Es imposible que te pueda creer, luego de todo lo que me has hecho... - su mirada se desvió hacia otro lado, con tal de no hacer contacto visual conmigo, estaba incómodo, lo podía sentir - solamente, por favor, te ruego que hoy no me pegues, o te metas en mi mente y me hagas ver mis peores miedos, haré lo que sea que quieras pero no me hagas daño - lo último que dijo me molestó bastante, y sentía que ya iba a hacer algo de lo que luego me podría arrepentir así que intenté calmarme para no empeorar las cosas.

- Sabes que, mejor te dejaré solo, necesitas tiempo a solas - me levanté y en un chasquido, ambos estábamos ya vestidos - sólo quiero que sepas, que hoy no tengo intenciones de hacerte nada, y espero me creas - dicho esto, con otro chasquido, me desaparecí para luego reaparecer en el bar de los infiernos, entré y busqué un asiento lo más pronto posible, para cuando lo encontré, decidí llamar a alguien con el cual desahogarme y así no estallar del enojo que sentía - ¿Tom? ¿Estás ocupado? Necesito hablar, por favor - normalmente no suplicaba por estas cosas, pero la situación lo amerita, no sé que pasa conmigo y necesito la ayuda de alguien, y quien más me podría ayudar que mi mejor amigo.

*Dipper*

Después de que Bill desapareciera frente a mis ojos, lo primero que hice fue llorar, sí, sé que lo último que he estado haciendo durante todo este tiempo es ponerme a llorar, en vez de intentar hacer algo por salir o intentar hacerme el fuerte, decido hacer lo que muchos llamarían "cobardía" ¿Acaso los hombres no pueden llorar? Nadie entendería la situación en la que me encuentro, prácticamente me quedé sin familia, nadie recuerda que existo, estoy atrapado con un demonio el cual en estos últimos meses me ha estado atormentando física y psicológicamente y ahora resulta que después de tanto tiempo por primera vez tenemos relaciones sexuales con mi consentimiento y no me va a hacer nada de daño, por lo que inevitablemente me pongo a pensar que es alguna especie de truco, o al menos es lo que mi mente me hace pensar automáticamente después de todo lo que he sufrido aquí.

Eres Mi Esclavo (Billdip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora