El comienzo de año nuevo ha sido horrible.
Anoche estuve en una fiesta donde lo único que hice fue emborracharme, y hoy me encuentro en mi cama viendo Netflix acompañada con mi dolor de cabeza. Me pregunto si mis padres olerán el humo si enciendo un cigarrillo asomada a mi ventana.
Estoy muy emocionada, realmente emocionada. Por fin hoy es año nuevo y entrare a la universidad el año entrante. Mis padres siempre mi inculcaron que debía ir a la universidad, graduarme y tener mucho éxito en lo que hiciera, ya que estamos en un mundo donde si no tenes un titulo universitario, no sos nada.
Yo no lo creo así.
En fin, hoy es año nuevo, y a mi madre no se le ocurrió mejor idea que organizar una fiesta en mi casa, donde vendrán todos mis amigos y pasaremos una super noche al lado de la piscina tomando alcohol y besándonos todos hasta que sea un descontrol.
Broma, eso no pasara. En esta fiesta que organizo mi querida madre, vendrán todos mis familiares y las amigas de ella... unas señoras cuarentonas que aun siguen llorando por alguna razón.
En este momento tendría que estar preparada, yendo a recibir a los invitados, pero la verdad es, que estoy en mi cuarto, tirada en la cama mirando Netflix, Gossip Girl, es mucho mejor que estar reunida con gente que lo único que me dicen es "¿Y el novio?" "¿A los 19 años comienzas la universidad?... pero se entra con 18 años" "Una chica como vos debería estar saliendo de fiesta con sus amigas"
Si señores, no tengo muchas amigas, y mucho menos un novio.
En cada fiesta de año nuevo, desde que tengo 17 años, mi madre trato de emparejarme con algún joven universitario, que tenga un buen futuro y que sea muy educado, pero mi madre en estos últimos años no ha entendido que el hombre perfecto no existe.
Aun así. No me interesa conocer a ningún hombre de ese estilo. Y me temo que este año no sera una excepción.
De un momento a otro, el molesto ruido que proviene de afuera de mi cuarto me obliga a ponerle pausa a mi serie.
Salgo hacia la sala con un short deportivo rosa, una musculosa blanca y mis lentes violetas. Ordeno mi asqueroso pelo color marrón, y me miro con mis ojos verdes en el espejo para reafirmar que estoy horrible. Me peino con mis dedos mi cabello marrón oscuro, y confirmo nuevamente que no puedo verme peor.
Mientras trato de averiguar porque hay tanto ruido, mientras camino por los pasillos, escucho un grito por detrás de mi espalda.
Mi madre. Extraño ser de un universo donde los pasteles de chocolate son la luz de sus ojos.
-¡Por fin sales de tu habitación!- Grita mi madre alzando sus brazos.
-¿Por que hay tanto ruido?- Pregunto frotando mis ojos.- Aun falta una hora para que lleguen los invitados.
-¿Y los manteles Tessa?- Escucho que alguien le pregunta a mi madre desde la puerta de la cocina. Mi tía Lara.- Oh, ¡Hola Becky!- Me saluda con su voz aguda y yo solo la saludo con mi mano.
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Sobreviviendo a la Universidad
Teen FictionBecky Collins, se enfrenta su primer año en la universidad, donde vivirá allí un año entero. Acostumbrada a meterse en problemas constantemente, fumar y beber, deberá dejar de lado esos malos hábitos para poder sobrevivir a la universidad sin que la...