Becky Collins, se enfrenta su primer año en la universidad, donde vivirá allí un año entero. Acostumbrada a meterse en problemas constantemente, fumar y beber, deberá dejar de lado esos malos hábitos para poder sobrevivir a la universidad sin que la...
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Oficialmente sobreviví al primer mes en la universidad. Hoy es el último fin de semana de Marzo, y sinceramente no tengo idea de lo que sera de mi en Abril, y el resto del año para ser sincera. Este mes trate de entender cada una de mis materias, y no creo que sean tan complicados los exámenes, pero para ser exacta, no entiendo una goma de lo que aún tengo que estudiar. Estoy sumamente nerviosa, porque Abril es el mes donde comienzan los exámenes, odio que el tiempo pase tan rápido.
En este momento, estoy en una limusina, si, una limusina. En mis ojos tengo unos lentes de sol nuevos, que me los regalo Thomas, y al parecer son bastante costosos. Thomas y yo hemos pasado la semana yendo a almorzar todos los días, mis amigas están un poco enojadas conmigo ya que no hemos almorzado juntas ningún día de la semana, en fin, Thomas es divertido y muy simpático.
Volviendo al tema... estoy en una limusina con lentes de sol nuevos. A mi lado esta Thomas con su suéter color celeste, y su cabello rubio esta desordenado.
Esta semana me prometió llevarme a las cabañas de la universidad, lo cual casi nadie va en esta época ya que comienza el otoño y hace demasiado frió.
Thomas esta cumpliendo su promesa, y estamos llegando a las cabañas. Mi mirada se fija sobre un enorme edificio, y no puedo creer que a esto llamen cabaña.
Nos bajamos de la limusina, y caminamos hacia la entrada, un señor nos ayuda con nuestro equipaje, y mi boca esta muy abierta, por lo asombrada que estoy.
-¿Y? ¿Te gusta?- Me pregunta Thomas abriendo la puerta para que entremos.-No es la gran cosa, pero te prometí un fin de semana acá.
-¿Es broma?- Lo miro con mis ojos como platos.- ¡Esto esta de lujo! ¡Nunca vine a un lugar así!- Me acerco a el y le doy un fuerte abrazo.- ¡Gracias!
-Oh, lo prometido es deuda.- Dice apretándome aun mas contra su pecho.- Ademas esos lentes te quedan muy lindos.- Me suelta, y yo me pongo nuevamente mis lentes.
-¿Cierto, no?- Pongo mi boca como un pez, mientras hago que desfilo con ellos.- Muchas gracias Thomas, no tenias porque hacer todo esto por mi.- Levanto mis lentes y me corro el pelo hacia atrás con ellos.
-Te mereces muchas cosas.- Sonríe mientras me mira fijo.- Ven, vamos a ver nuestra habitación.
-¿Nuestra?- Pregunto confundida y lo sigo hacia la recepción.-Nuestras querrás decir...- Digo casi con un susurro y el sonríe mientras busca a la recepcionista.
En ese momento aparece una chica con el pelo rosa, se acerca a nosotros y mira a Thomas con una sonrisa. El la trata amablemente y le pide nuestras habitaciones, pero ella solo le da una llave. Oh no, yo no dormiré con el.
-Perdón señorita, te falta una llave más.- Me meto entre ellos y le sonrió.
-Disculpe, pero solo nos quedo una habitación, y es esa.- La recepcionista se levanta para irse pero yo la detengo con mis preguntas.
