Hidden Wounds; d.s ⚜

C I N C O 💊

~Sarah~

Pasaron los minutos y llegó una señora con una niña y un chico, que creo haberlo visto antes en el colegio.

-Disculpe señorita.- la señora se acercó.- tengo una cita con el doctor Cooper.

-Claro, ¿sería tan amable de decirme su nombre?.

-Está a nombre de Reese Herron.

-Pase por favor.

El chico se sentó en el sillón de la mini sala de espera.

-¿Tú eres Sarah, no?.

-Sí, ¿y tú eres Zach?.

-Así es, te reconocí por la escuela.

-Sí, creo que te he visto, pero pensaba que eras menor.

-Lo soy, pero eres de la edad de mis amigos.

-¿Quiénes son tus amigos?.

-Son Corbyn, Jonah, Jack y Daniel.

-Los conozco a todos, menos a Daniel.

-Tal vez por qué es nuevo.

-¿No es uno castaño, alto y de ojos azules?.

-Sí, justamente.

-Entonces sí lo conozco.

-Wow, eres muy sociable.

-Seh, algo.- me encogí de hombros.- ¿y por qué está tu hermanita aquí?.

-Brote de viruela.

-Pobre.

-Sí, ¿y tú qué haces aquí?, ¿algún tipo de servicio social?.

-No, mis padres son los dueños del hospital y vengo de voluntaria desde los cinco años.

-Baya, eso es mucho tiempo. ¿No te aburres de estar aquí?.

-Nop.

En eso salió la señora con la niñita en brazos y medicamentos en una mano.

-Gracias doctor.

-No hay de qué.- respondió mi padre.

-Adiós Sarah.

-Adiós Zach.

-¿Lo conoces?.- preguntó papá una vez que Zach ya estaba lo suficientemente lejos.

-De la escuela.- mí papá asintió.- es unos grados menor.

-Mi hija es una asalta cunas.

-¡Papá!.

-No, literalmente eres una asalta cunas, tenemos que ir a las incubadoras ¿lo olvidas?.

-Cierto.

-Andando.

Me levanté del escritorio y entramos a la sala de incubadoras donde había un montón de bebés.

-Bien, comencemos con este pequeñín.- papá sacó a un bebé de su lugar para revisarlo.

-¿No tienes miedo de volver a ser padre después de dieciséis años?.- me recargué en la puerta.

-No tengo miedo, tengo pavor. Y no por el cuidado del bebé, sino por su educación ¿y si me equivoco en algo?, ¿cómo sabré si lo estoy haciendo bien?.

-Pues lo hiciste bien conmigo.- me barrió tres veces con la mirada.

-Dicen que de los errores aprendes.- negué con la cabeza mientras reía.- es broma, sabes que te quiero.