CAPÍTULO 2. the stalker show

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*N

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*N.A*/ *K.G*

Te amé desde el primer momento en el que te vi, con tu cabello rojizo y sonrisa perfecta.

Eras como un ángel con el propósito de hacerme felíz con sólo verte.

Sin percatarme, ya habían pasado semanas en las que te había estudiado a la perfección. Desde las cosas más simples como tu color o comida favorita hasta las cosas que nisiquiera tú sabías de ti, como el hecho de que sin darte cuenta no podías evitar la necesidad de arrancar o retirar cabellos extra de la cabeza o espalda de otros y tampoco sabías de tu aboulomanía; la cual estresaba a muchas personas pero a mi me parecía gracioso lo cuán difícil era para ti elegir entre un jugo de naranja o limón.

Tu risa, siempre en un tono tan lindo que podría copararle con una bella y tranquila canción; Cielos mi corazón palpitaba tan fuerte cuando pasabas cerca mío que podria jurar que también llegarías a escucharlo, me avergonzaba pensar que llegarías a escucharlo; pero resultaba imposible controlarlo.

Y aquí estaba una vez más... a un metro y medio cerca ti, ¿Cómo puede ser posible estar tan cerca y lejos a la vez?

De pronto, sucedió, nuestras miradas se cruzaron, aquellos ojos verdes que tanto anhelaba ver diariamente se toparon con los míos, fue tan perfecto al principio, podía sentir mis manos temblar por los nervios y el calor subir por mis mejillas, estabas viéndome, me notabas y nuestras miradas eran una sola, por primera vez en todo el año era felíz y la única razón ... eras tú.

Pero tuviste que reír, no había problema con verte reír, yo pensaba que tu risa era hermosa hasta que reiste de mi, ¿porqué?, ¿porqué burlarse de alguien como yo? O bueno había muchas razones para hacerlo pero ¿porqué tú?
Te odio.

Comencé a sentir que todos me observaban tras verte reír hacia mi dirección tomé mis cosas, me levanté de esa ridícula banca que se suponía jamás notarías y me fui.

Las cosas no mejoraron cuando la campana sólo anunciando que la siguiente clase comenzaría

Tome asiento donde siempre y suspire de cansancio no tenia idea de porque pero ese sentimiento de agotamiento me seguía, me giré un poco y miré a través de la ventana. Era un día lluvioso digno de mi ciudad natal.

Al sentir como un objeto se impactó
contra mi rostro muy cerca del ojo izquierdo, miré hacia el suelo encontrándome con unas tijeras de tono amarillento y de punta redonda.

Con el ceño fruncido observé sobre mi hombro encontrándome con tres castaños y un niño de cabello azabache riendo cual idiotas como la mayoría del tiempo.

- Idiotas - masquillé.

Dirigí nuevamente mi mirada hacía la ventana en busca de una distracción, cuando de pronto y sin aviso sentí como tiraban de mi cabello y me arrojaban al suelo. En un intento por sostenerme tire las cosas de mi pupitre al suelo y caí sobre ellas soltando un quejido.

- ¿Qué dijiste, Adams? - murmuró uno de los castaños.

- Imagino que tienes algo para nosotros, para evitar que te hagamos daño - habló el chico de cabello oscuro que a su falta de dientes escupía en mi cara cada que pronunciaba la "S".

Limpié mi rostro y lo miré después de un quejido provocado por el impacto que mi espalda recibió contra suelo.

- N-no se de que hablas - tartamudeaba.

No temía de él, tenía otras personas de quien temer; pero mi cuerpo delgado y baja estatura no serviría de nada para defenderme de los cuatro que se encontraban delante.

-¿Ahora te asustas? - rió. -No se espera más de ti, eres una niña.

Y una lluvia de golpes se hizo presente después de que esa oración diera por terminado; Jason, el chico de cabello azabache estaba sobre mi golpeando mi rostro una y otra vez.

- ¡Detente! - exclamé entre más gritos y burlas que animaban a dicha pelea a continuar.

Cada que su puño se impactaba contra mi rostro con tal fuerza que podía escuchar cada golpe que daba, yo me quejaba y a nadie parecía importarle, a nadie le importaba, no importaba que pasaba, que me pasaba; todo era un espectáculo para el resto de personas presentes, aún con mi vista borrosa pude notar sus sonrisas admirando dicho espectáculo al cual yo formaba parte y era bufón, sentí como algo punzaba en mi pecho, distinto a un palpitar, mi mano se deslizó por el suelo y tomé aquellas tijeras amarillentas que habían golpeado mi rostro minutos atrás.

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2019 ⏰

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