✨Cristales de Cosmos✨ [Libro II Traición]

Luz

Seiya no supo que decir, en realidad nadie, Yaten tambien estaba impresionado, Mina se separo lentamente de Serena, con un rostro desencajado, luego, los tres caminaron a la salida de la cueva, dejando rezagada a Serena, esta última no entendía como había sucedido aquello.

Nadie quiso ser el primero de hablar de ese asunto, desde la noche anterior todo se había descompuesto en ese inocente paseo, que tenía todo menos inocencia.

Una marcha hacia un entierro sería más animada, en comparación a esas dos parejas, la luz de la salida, los cegó momentáneamente, pero ese resplandor no llego al corazón de nadie, Mina y Yaten estaban confundidos, y Seiya era el único dolido.

—¿Cómo es posible que mi Odango, no sintiera que no era yo a quien besaba? ¡Incluso Mina, que no tiene una relación seria con Yaten, se dio cuenta de que no era su pareja! ¿Acaso mi Odango, no siente algo tan profundo por mí?

Serena caminaba casi arrastrando los pies, ella no sabía, ni se explicaba, como era que una fuerza sobre natural la había impulsado a buscar entre las sombras a una persona que no era su novio.

—Yo amo a Seiya, ¿por que desee besar a Yaten? – pensó, mientras se frotaba las manos nerviosa.

Sailor Moon y Kakkyu miraban consternadas la escena, ambas en su forma etérea.

—Se les ve tan tristes— murmuro Kakkyu.

—Y aun no hemos cumplido nuestro objetivo— comento Sailor Moon.

Cuando llegaron al campamento, todos se metieron a la tiendas, para evitarse, nadie quería hablar de lo sucedido. Serena se quedo parada afuera, no quería encarar a Mina, estaba muy avergonzada, camino hacia un árbol y recargo su espalda en este, comenzó a llorar, la mirada triste y decepcionada de Seiya, sentía que nunca la olvidaría.

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—¡Michiru!

Setsuna se levanto de su escritorio, para darle la bienvenida a su compañera.

—¿Te he sorprendido eh?

—Un poco.

—Hable con el príncipe Endimión; Luna y Artemis se harán cargo de Némesis, en mi estado...

—No me digas, ¡has conseguido embarazarte del General Fanel!

Michiru sonrió, Setsuna entendió que estaba bromeando y respiro aliviada.

—Estoy a un paso de lograrlo, tengo mis métodos.

Setsuna cruzo los brazos.

—¿Por que deseas hacerlo?

—Porque era el deseo de Haruka, tener una familia, y lo voy a cumplir.

—Te entiendo— dijo Setsuna con la mirada triste— pero no es un buen momento para eso.

—Para nosotras las Sailors, nunca ha sido apropiado el pensar en nosotras mismas, yo en verdad me siento cansada de pelear, ¡es más!, ¿qué estoy diciendo?, ¡ya no soy una Sailor!

Setsuna se acerco a Michiru, y le puso las manos en los hombros.

—¿Ya no sientes la voluntad de proteger este mundo?

—Sin Haruka no— contesto determinada mirándola a los ojos— por eso deseo un hijo, para tener un propósito en esta vida.

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El viento frio mecía las coletas de Serena, sus ojos cristalizados miraron el cielo nublarse, se limpio las lagrimas cuando escucho a alguien acercarse, era Mina, quien la jalo del brazo, alejándose del campamento.