Equestria Girls: Red Alert

La Noche Más Oscura

La primera victoria del bando sublevado llenó de muchas esperanzas a todos aquellos civiles que tanto ansiaban el fin de la ocupación soviética. En una de las bases militares sublevadas, en medio de las montañas de Colorado, la Capitana Rainbow Dash se dirigió hacia sus superiores, comunicándoles la información de la batalla que recientemente habían ganado. 

- Señores, tenemos buenas noticias. - dijo Rainbow, haciendo un saludo militar con suavidad, ya que estaba claramente conforme con la misión que le había asignado Celestia.

Robert Bingham, quien era el comandante oficial al mando de la base, se acercó rápidamente con una expresión en su rostro que hizo que su actitud de optimismo fuera muy evidente. Puso su mano en el hombro de la joven mujer y le preguntó simplemente - ¿Qué tenemos? -

Rainbow saca un mapa de los Estados Unidos, con las zonas sublevadas delineadas en verde; éste mapa señala específicamente, con un punto rojo, el área donde se realizó la batalla contra las fuerzas de ocupación. 

- Nuestras Fuerzas de Liberación finalmente lograron realizar su primer triunfo en contra de las fuerzas soviéticas y sus tropas colaboracionistas. No fue lo que realmente esperábamos, pero fue más que suficiente para lograr asestarle un golpe a los rojos. -

El comandante Bingham entrecerró los ojos, y preguntó: - ¿Esto lo sabe la Comandante Celestia, el alto mando y el presidente del bando? -

Rainbow sacudió su cabeza en señal negativa, y después continuó: - Entonces, tendré que decírselo yo sola. -

El oficial Bingham suspiró. Rainbow odiaba tener que ser la que siempre le dijera algo a alguien, especialmente noticias como esta, al presidente de la zona sublevada, Howard T. Ackerman. A regañadientes, Rainbow caminó hacia el teléfono en una pared cercana y lo recogió. Marcó un número y esperó.

- ¿Buenos días, en qué le puedo ofrecer? - 

- Señor Presidente... - contesta Rainbow - Le traigo buenas noticias: hemos logrado nuestra primera victoria contra las fuerzas de ocupación en una batalla ocurrida en las cercanías de la ciudad de Canterlot. -

- ¡Me sorprende! - contesta el Presidente - ¿Cómo lo hicieron para vencerlos? -

- Fue algo muy fácil y sencillo: Tuvimos que recurrir al uso de la Guardia Nacional, las Rock Troopers y los Wonderbolts, así como tuvimos que utilizar la técnica de la guerra relámpago. Tienes suerte de que cuentes con una excelente estratega como lo es la Comandante Celestia. -

- Bien. Hablaré con la Comandante Celestia en estos momentos. - dijo el presidente; mientras que rápidamente la línea telefónica se apagó rápidamente después de eso. Rainbow Dash había pasado la voz sobre la heroica hazaña realizada en esa batalla.

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Mientras tanto, en el Kremlin de Moscú, el líder soviético, Alexander Romanov, se encontraba en su residencia, mientras que en un momento, tomó el teléfono rojo en el momento en que sonó, queriendo distraerse de las noticias más recientes relacionadas con las rebeliones islamistas en Irak y Afganistán. No esperaba lo que escucharía a continuación.

- Señor Romanov... - el que contestó no era ni más ni menos que el Camarada Jackpot - ¿Sabía usted que actualmente se está llevando a cabo una rebelión armada contra las fuerzas comunistas, que está tomando lugar en los Estados Unidos, y que los rebeldes lograron derrotar a nuestras fuerzas en la más reciente batalla? -

En ese momento, Romanov se enteró de que el pueblo norteamericano poco a poco se estaba queriendo safarse del yugo de los soviéticos.  Más importante aún, ¿cómo diablos no sabía nada de esto? ¿Eran sus propios hombres lo suficientemente incompetentes como para no haber tomado medidas extremas para detener fácilmente a los rebeldes? ¿O simplemente no querían decírselo por temor a ser castigados? Como si fuera el momento del Apocalipsis, dos hombres con uniformes de la Armada Soviética entraron en la sala, uno de ellos estaba a la derecha de Romanov con una cartera.

Tomó todo su poder de voluntad para no tocar la palma de la mano, y en cambio los rechazó. Pero, él tenía asuntos más importantes. Así que continuó hablando por teléfono y respondió al líder de las UNSSU:  - No, no estoy completamente entrado de la situación en Norteamérica, por favor dime, ¿qué está pasando? - dijo Romanov con toda la calma que pudo, lo cual, para ser sincero, no fue muy calmado en absoluto.

- Hemos perdido una gran cantidad de hombres en la última batalla que hemos librado contra los rebeldes, ellos aplicaron la Blitzkrieg (Guerra Relámpago). - contestó Jackpot - Quería saber lo que sabías al respecto. -

Antes de colgar, el premier dirigió su mirada hacia a los dos hombres de la Armada Soviética, a quienes preguntó: - ¿Qué pasa, señores? -

- Hemos enviado a dos de nuestros submarinos de clase Typhoon y a catorce buques de carga. También hemos enviado al Portaaviones Kiev para enviar una misión de reconocimiento. -

- Estas naves... - cuestionó Romanov y sabiendo la posible respuesta - ¿Están en el Pacífico? -

- ¿Si, como lo sabías? -

- El Camarada Jackpot acaba de informarme que acaban de pedir refuerzos ante la avanzada de los rebeldes norteamericanos. Puede que dentro de muy poco iniciemos el contraataque. -

- Sí, informaré a los capitanes. - dijo el primer oficial de la Armada.

Los dos hombres salieron de la habitación y cerraron la puerta cuando salieron. Romanov se  apoyó la mano en su frente, inclinándose exasperado por la noticia que acaba de recibir.

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A los pocos días de la victoria rebelde, varios comandantes y oficiales de la Guardia Nacional se dirigieron rápidamente a la Base de Canterlot, sabiendo que nuevos refuerzos soviéticos llegarían rápidamente a territorio norteamericano para sofocar la rebelión, y que no dudarían en usar la fuerza si fuera necesario. Tendrían que comunicarse rápidamente con la Comandante Celestia, para informar de la noticia.

Decidieron que, en caso de que los rusos atacaran primero, primero deberían tomar acciones defensivas como una manera de responder a dichas ofensivas. El Comandante Spearhead se acercó a una mesa con una tabla en el centro de la habitación. Dicha mesa tenía un mapa de Estados Unidos en el centro, y apuntó su vara a un par de zonas donde podrían realizar una serie de contraofensivas contra las tropas del Ejército Rojo. Dicho plan sería ejecutado por las Comandantes Celestia, Luna y Cadence, y se llevaría a cabo para demostrar que los sublevados solo querían lo mejor para los estadounidenses.

Al día siguiente, el Capitán Shining Armor tomó la última decisión: Las contraofensivas se realizarían en ambas zonas, y sorprenderían a los soviéticos a modo de un ataque sorpresa. El Capitán estaba convencido de que, tarde o temprano, los nuevos refuerzos soviéticos llegarían a suelo norteamericano para realizar el ataque. 

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Poco a poco, los YAK-38, los Mig-29 y los SU-24 rusos comenzaron a materializarse en el espacio aéreo de la zona sublevada; al otro lado de la zona, el gobierno sublevado comenzó también tenía un par de trucos secretos en la manga también. Un Blackbird SR-71 acompañado de varios F-15 y varios AV-8B Harrier II ya estaban inspeccionando el área, pero no necesitaban hacerlo.

- Señor... - dijo uno de los pilotos sublevados - parece que el enemigo está aproximándose a la zona libre. -

- Lo sabía. - contestó Shining - Sabía que ellos llegarían.

Normalmente, lo habrían llamado loco, pero los otros aviones estaban informando lo mismo. El Capitán Shining Armor se enteró de ello y le comunicó a las Comandantes. Podía sentir que se acercaba una nueva batalla contra los rusos. Tomó su taza de café llena y la tragó de un solo trago. Este iba a ser el inicio del infierno en la Tierra.