En el Cuartel General de las Fuerzas Sublevadas, ubicado en las afueras de Omaha, el Presidente de la zona sublevada, Howard T. Ackerman, se encontraba rodeado de todos los demás comandantes que peleaban a su lado. Todos ellos se habían enterado de que las Comandantes Celestia y Luna habían iniciado ya una nueva ofensiva contra las fuerzas comunistas. El presidente estaba esperando las últimas novedades con respecto a la batalla que se había estado librando hasta ese entonces.
- Las fuerzas soviéticas han abierto paso a lo largo de un frente amplio; han llegado por Wichita en el sur y están avanzando hacia el límite con Nebraska. Lograron atravesar 70 km desde la zona oriental, mientras que la zona Norte se encuentra todavía resguardada por nuestros hombres, quienes se encuentran a la espera de la llegada de refuerzos Aliados. -
- La ofensiva de Celestia nos salvará de un contraataque del enemigo. - contestó el presidente Ackerman con una pluma en su mano.
Pasan unos cuantos segundos, y los comandantes guardan silencio, hasta que dos de ellos se dirigen hacia el presidente temblando de miedo por la noticia que iban a dar:
- Señor presidente... Celestia... -
- Celestia no ha podido repeler el contraataque soviético con todas las tropas que tenía consigo; su ofensiva resultó ser un fracaso. -
El silencio imperó por medio minuto, hasta que el presidente Ackerman, después de quitarse los lentes, suspiró un poco y comentó a todos los que estaban en el lugar:
- ¡Déjenme hablar a solas con los comandantes del más alto rango, se los pido! -
Todos aquellos militares que no pertenecían al rango más alto, comenzaron a abandonar la sala de guerra en donde estaba el presidente del bando sublevado. Una vez que el último soldado abandonó la sala y cerró la puerta, Ackerman comenzó a estallar de la ira ante la terrible noticia de la derrota de Celestia:
- ¡ERA UNA ORDEN! ¡LA OFENSIVA DE CELESTIA ERA UNA ORDEN! - gritó el presidente - ¡¿Cómo se atreven a desobedecer mis órdenes?! ¡Así que a esto hemos llegado! ¡Me han engañado! ¡Me dijeron que vencerían a los soviéticos en un abrir y cerrar de ojos y yo estuve confiado! ¡Nunca imaginé que estaría comandando una manada de cobardes y agachones! -
- ¡Señor Presidente, nuestros soldados sólo hicieron lo que pudieron... -
- ¡SON UNOS COBARDES, TRAIDORES Y FRACASADOS! -
- ¡Señor Presidente, lo que usted dice es horrible! -
- ¡No se trata de ganar la guerra! - respondió el presidente Ackerman aventando su lápiz - ¡Se trata de salvar a un país, a mi país! - se calma un momento y continúa - ¡Se dicen llamar generales porque pasaron años en las academias militares, aprendiendo únicamente a repetir lo que nuestros enemigos dicen! ¿Y así es cómo quieren expulsar a los rusos y a sus esbirros del Este? ¡Yo confiaba en que terminaríamos este conflicto de forma pacífica, pero estaba equivocado! ¡Debimos haber mandado matar a todos desde antes! ¡A todos los altos mandos, como lo hizo Stalin! - se vuelve a sentar, toma unos cuántos respiros, y continúa - Yo nunca fui a una academia militar... Y sin embargo, ¡Tuve la audacia para convencer a medio país de que debiéramos recuperar nuestra ansiada libertad! - se contiene, después dirige su cara hacia sus comandantes y continúa - ¡Pero si creen que por este fracaso nos veremos forzados a rendirnos, pues están muy equivocados! ¡Pelearemos hasta morir! -
Quince minutos más tarde, el presidente y sus comandantes del más alto rango salieron de la sala de guerra. Dos Marines se acercaron hacia él, y le comunicaron a Ackerman que Celestia deseaba comunicar con él. Éste levantó el teléfono en su sala privada y solicitó una línea segura.
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Equestria Girls: Red Alert
Fiksi PenggemarEn 1989, la Unión Soviética decide iniciar una Tercera Guerra Mundial, iniciando con una fallida ofensiva sobre Europa y la OTAN; pero el panorama cambia drásticamente cuando Rusia y los demás países comunistas deciden invadir Estados Unidos, lo que...