Mi padre Mike es quien me trae a la escuela en mi primer día. Estaciona el auto frente al edificio y me quedo unos segundos quieto.
-¿Nervioso? -pregunta.
Un poco, digo un mi mente.
-No, esto es lo que quería -digo altamente -es bueno asistir a donde estudiaste papá.
-Sabes que si alguien te intenta molestar o no te sientes cómodo puedes decirme y vendré por ti de inmediato...
-Tranquilo papá, voy a estar bien.
Antes de que salga por la puerta me da un fuerte abrazo, yo me siento un poco incómodo porque siento que me miman demasiado. Además si ven esto todos los chicos será el pretexto perfecto para que me molesten.
-Aquí tienes tu nave espacial para cuando la necesites Alíen -dice mi padre con un tono algo triste.
Siempre me ha llamado así y quizá antes me gustaba pero ahora se me hace un poco infantil, de igual manera lo tolero porque si amo a mi padre, a ambos los amo demasiado.
-Te veo por la tarde.
Salgo del auto y miro nuevamente el edificio, esta vez hay más estudiantes de los que vi ayer durante la inscripción y eso me aterra un poco, creo que es una buena señal el que nadie nota mi llegada.
Nuevamente me despido de papá agitando la mano y ahora si camino hacia al campus. Nadie me mira, pero trato de ser yo mismo, como me contó papá Alex, fue la forma en la que pudo conseguir amigos de verdad.
Por un momento, me pregunto a mí mismo qué sentirá el resto de los chicos al tener una madre, una figura materna que se encargue de amarte como lo hacen mis padres. Yo sé que mi madre biológica es la mejor amiga de mi papá, pero no la veo de tal forma porque para ella solo soy como un niño más, si es como de la familia, así como una tía.
-¡Hey, cuidado!
Gracias al cielo reacciono y me de tengo mientras un balón de fútbol pasa frente a mis ojos. Si me hubiera golpeado sería la burla del primer día, debo de poner más atención.
Busco mi casillero por los pasillos, la escuela es un poco grande así que es más difícil de lo que pensé. Esta vez las personas si me miran y para ser amable sonrío solamente.
Cuando por fin lo encuentro, falta poco para mi primera clase. Me encargo de tomar mi carpeta, dejar mi mochila y mi abrigo. A mi lado hay un chico, tiene una chaqueta deportiva.
-Hola -digo saludando.
El me mira con ceño fruncido mientras acomoda sus cosas.
-Hola -dice seriamente.
-Mi nombre es Allen, soy nuevo.
-No me digas, creí que ya te habías graduado.
No entiendo lo que trata de decir, pero finjo reír. Mientras el me mira con el ceño aún más fruncido, creo que parezco un tonto.
-Soy Ángel y espero no volver a verte por aquí.
Cierra su casillero fuerte y se marcha, me parece que eso fue un poco grosero de su parte. Creo conocer la clase de chico que es, hablo de que seguro es de esos que odian a todo el mundo o que se creen machos y pueden humillar a quien sea. Debo tener cuidado con él, puede que sea un blanco fácil para su grupo de deportistas.
Cuando entro al aula de clases, la mayoría de los chicos me mira, pero al parecer no les interesa mucho porque solo duran un par de segundos, después vuelven a sus asuntos. Tomó asiento en uno de los lugares de en medio, pero un minuto después llega nuevamente aquel chico llamado Ángel. Me inquieta un poco el hecho de que se coloque frente a mis ojos.
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Mi Nombre Es Allen (GML#4)
Teen FictionAllen Roberts es un adolescente que tiene que lidiar con ciertos problemas ya que tiene dos padres que son famosos y por si fuera poco, ambos padres son del mismo sexo. No es nada fácil para él así que tiene que buscar respuestas y continuar su vida...