Mi Nombre Es Allen (GML#4)

CAPÍTULO 17

Despierto por la mañana abriendo los ojos de golpe, me siento un poco extraño y además cuando me doy la vuelta me doy cuenta de que he tenido un pequeño accidente, creo que tendré que deshacerme de esta ropa interior. En cuanto salgo de mi habitación para desayunar, Ángel también aparece con un plato en sus manos, me parece que es cereal. Siento como mi rostro rápidamente se torna aun rojo intenso, no puedo creer que de verdad hayamos tenido...

-¿Estás bien? -pregunta.

-Si ¿qué tal tu?

Desvía los ojos mientras frunce el ceño.

-¿Si?

-¿Cómo siguen tus manos? ¿Puedo ver?

Ángel se acerca y extiende su mano, no soy un doctor ni nada de eso, pero creo que si bajaron un poco los moretones.

-Ahora ruega porque Peter no presente cargos.

-Tranquilo, no tiene motivos para hacerlo.

Estoy preocupado, si mis padres se enteran creerán que tengo un criminal en casa seguro me obligan a ir a Nueva York ahora si.

-Por cierto, sobre lo de anoche, ah creo que tener una cita se supone que era el primer paso...

-¿Hablas de la fiesta?

-Lo que sucedió después -susurro cuidadosamente para que el personal de la casa no escuche.

-Solo nos besamos y ya.

-Espera ¿no tuvimos sexo?

Ángel escupe el cereal y comienza a toser ahora es él quien tiene el rostro del color de un tomate.

-Vaya se sintió tan real, pensé que esta mañana me había orinado. Pero todo fue un sueño, tú me pusiste el preservativo.

Él sigue sin palabras solo me mira muy avergonzado, no debería porque en realidad no sucedió nada.

-No sé si sentirme alagado al saber que tuviste un sueño húmedo conmigo. Déjame decirte que ningún hombre me lo a hecho por atrás.

¿Pero entonces qué significa? Comienzo a tener miedo porque es como si mi mente jugara conmigo. Ahora que lo recuerdo solo besé a Ángel, bueno en realidad él me besó y ya después me fui a dormir. ¿Significa que debo quedarme con él?

-Creo que iré a desayunar si no te importa -bajo las escaleras.

Aún puedo sentir el rubor en mis mejillas, vaya sueños que se inventa el cerebro ¿cómo es que no lo tuve con Scarlett?

Más tarde ella y yo pasamos tiempo en el centro comercial, yo no dejo de pensar en el asunto y creo que Scarlett nota mi ausencia.

-Tierra llamando a Allen ¿estás aquí?

-Ah si, lo siento, no pude dormir bien -miento.

-Sabes que puedes decirme lo que sea ¿verdad?

Asiento mientras frunzo los labios.

-No te preocupes, estoy bien.

-Ya sé hay que hacer un juego.

Se levanta y se sienta a mi lado, retira la banda de su cabello y me cubre los ojos.

-¿Qué haces? No aparecerá Ángel ¿verdad?

-Por supuesto que no, solo soy yo.

No veo nada.

-Me pondré un labial diferente y tienes que adivinar qué sabor es.

-¿Los labiales tienen sabor? ¿Cómo se supone que adivinaré?