El reflejo (Hetalia - RusPru)

El reflejo (Cap.2)

¡Hola! Siento subir los caps de sopetón, pero tengo tiempo libre de sobra y me sirve para esto.

Antes de nada decir que muchas gracias por las 13 visitas del anterior cap y la gente que me dijo que le gustó. Espero no decepcionaros con este~

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Varios días después, decidí preguntar a varios países sobre el estado de Rusia. Más bien, me tiré esos días descartando países para preguntar. Cuando ya tuve claro quiénes eran, fui a visitarlos uno a uno.

Empecé por los Bálticos, ya que ellos eran como... "esclavos" de Rusia.

Cuando les pregunté qué ocurría, esto fue lo que me dijeron:

- ¿Señor Rusia? Sí, está pasando una mala racha... Ya no se pasa como hacía antes - dijo Estonia, bajando la mirada, mientras que Lituania y Letonia asentían.

¿Por qué se entristecían de que una persona que te forzaba a ser «uno con él», te dejara en paz? Sería complejo entenderlo.

Procedí a dar las gracias y a despedirme, pero alguien me interrumpió;

- Señor Prusia - la voz que se oía sin duda, era de Lituania - ¿Por qué ha venido a preguntar eso?

Mi cara se tornó seria sin yo quererlo, y solté una carcajada sonora, para poder disimular:

- ¿Ese patán? Pffff, ¡se merecía ese golpe! ¡Ya sabe lo que sentí con ese capullo! - volví a reírme como siempre, y los Bálticos me miraban con cara de horror.

¿Sabéis qué? Si os dijera que las palabras para explicar el interrogatorio fueron forzadas, os mentiría. Sí, aunque hubiese meditado sobre que había que perdonar a Rusia, dentro de mí habían pálpitos de rabia al oír su nombre.

Mi segundo destino fue a casa de sus hermanas, Ucrania y Bielorrusia.

Eran muy inocentes en el primer impacto visual, pero ellas seguramente estarían informadas de eso, y querrían ocultar las verdaderas razones del motivo de su depresión.

- ¿Rusia? Ah, no lleva muy bien su problema...

- Ya, ya me ha quedado claro, pero quiero saber qué es - le dije, algo cansado de oír eso en todos. Tan repetitivo...

- ¡Iba a ser mi marido y ahora...! - eso salió de la boca de Belarús. Cada tonto con su tema.

- Lo que quiero saber es qué le pasa. Nada más - les comenté con voz de sosiego. Me hice muchas ilusiones y a estas alturas no me dijeron nada útil.

- Tiene una depresión bastante grave. Le dijimos las dos de que le llevásemos a que la trataran expertos pero no. Al parecer, a eso se le suma el miedo a las personas... - noté en los ojos de Ucrania que humedecieron rápidamente. Me quedé mirándola un par de segundos y me levanté:

- Era todo lo que necesitaba, muchas gracias.

- ¿No quieres quedarte a nada? - les negué.

- Tengo cosas que hacer, pero gracias por la oferta - esbocé en mi cara una sonrisa leve y después de eso, me fui.

Ya sólo me faltaba una persona: Alfred.

¿Por qué Alfred? Es conocido como Estados Unidos y a nivel mundial, es una de las grandes potencias que hay. Hace unos cuantos años, existía rivalidad entre él y Rusia, y si hay alguien que le guarde más rencor a Ivan que yo, es él.

- Hello my friend! - gritó al verme. Como de costumbre, estaba comiendo una hamburguesa y al pegar ese grito, me salpicó con los trozos que estaba comiendo. Yo asqueado, me limpié la cara y me reí, sin poder evitarlo.

- ¡Hey Alfred! ¡Cuánto tiempo! - le di un golpe en la espalda que, si estuviese detrás de su escritorio, habría pasado por encima y se hubiese caído de boca contra el suelo. Soltó una sonora carcajada de las suyas, tan optimista como siempre.

- ¿Qué te trae por aquí?

- Ehm, verás... Es un tema complicado - en mi voz se notaba cierta angustia por miedo a lo que dijese. - Me gustaría saber lo del tema de Rusia. Sólo el por qué de lo que está pasando.

Alfred tornó su cara a seria. Se ajustó las gafas y entrelazó sus dedos, poniéndolos debajo de su barbilla, como de sujección. Esto iba mal.

- Hm... ¿No lo sabes? Cómo se nota que ya no eres un país... - al oír eso, me dieron impulsos a pegarle un puñetazo. ¡Seguro que no sabe lo que es tener un ataque masivo, ver a tanta gente morir por unos soldados sin escrúpulos!

- Inocente Gilbert... Sabes que desde la IIWW estamos peleados, ¿no? Y toda la rivalidad de la Guerra Fría... Rusia debería ser borrada del mapa. ¿Por qué? - su voz conforme daba datos, se volvía más violenta, más dura y más cruel- ¡Ese hijo de perra me hace competencia! ¡En este mundo sólo hay un número uno! ¡No hay nadie que me supere, sólo estoy yo! ¡NO ME GUSTA EN ABSOLUTO ESE RUSO COMUNISTA, Y DEBO DEBILITARLO COMO SEA!

Alfred no estaba de... Humor. A mí tampoco me caía bien Rusia, pero a partir de ese momento, me di cuenta del que se pasó fue él: Estados Unidos.

- Basta ya. Yo me voy, he visto lo... Asquerosamente odiable que eres. Rusia no tiene la culpa, es tu competividad.

Dicho esto, me fui de esa sala en donde estaba con paso firme y serio, dispuesto a ver a Rusia. Ese comportamiento me abrió los ojos para ver que hay personas peores que intentan hundir a inocentes.