El reflejo (Cap.3)

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¡Buenas a todos! Estos días estuve fuera de casa y no pude escribir el siguiente capítulo, pero os prometo que intentaré subir más a menudo y terminar esto o al menos, casi en estas vacaciones.

Y sin más dilación, espero que os guste el cap~

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Salí de allí muy enfadado. Alfred había pasado de ser un "héroe americano" a un "idiota americano". Me agotó la paciencia y decidí hacer un paso improvisado, pero eficaz: hablar con Rusia.

Sí, tuvimos nuestras peleas y esto es un gran trago con sabor mustio para mí, pero si empecé esto, lo acababa fuese como fuese.

Me monté en el coche y me dirigí a casa de West, que era donde estaba.

- Hallo bruder, ¿ya has terminado con eso?

Entré en la casa, serio y sin dirigir ni una sola palabra. Me encerré en mi habitación, respirando hondo y volví a salir, yendo a beber una cerveza la cual me relajara.

Necesitaba una de las grandes: tamaño "Oktoberfest", pero me tenía que conformar con una lata.

- ¿Al final qué ha pasado? - me preguntó West con metros de distancia. Pensaba que iba a lanzarle la lata o algo por el estilo.

- Ese tonto... Alfred, lo ha jodido todo.

West seguía con su cara de miedo y no entender nada, resoplé y tiré la lata.

- Déjalo, en serio - dicho eso, me encerré en mi habitación, pensantivo. ¿Y si por ese problema Rusia ya... No sería Rusia? ¿Y si Ivan Braginski desaparecía y era reemplazado por otra persona? No me gustaría nada ese cambio... Tenía que pararlo como sea, pero ya.

A la mañana siguiente fui a casa de Rusia, algo nervioso. Nervioso por lo que podría pasar cuando entrara a su casa. O me dejara fuera de ella e hiciera cosas peligrosas para él.

Trangando saliva, le di al timbre de su casa y vi lo mucho que me temblaba el pulso del iedo que tenía al verlo; mi estómago se cerró y mi pulso aceleraba por momentos. Cuando abrió la puerta, forcé una sonrisa de lado de las que siempre tenía, pero esta vez se reflejaba miedo, nervios y ganas inmensas de salir corriendo.

Rusia tenía una gran cara larga, ojeras, y miraba al suelo. No quería mirarme, tenía la mirada apagada y humedecida, tal vez de haber llorado tantas horas.

Sentía ganas de... Abrazarlo, mimarlo como a un niño, decirle en su oído "Todo va a ir bien, pequeño grandullón"...

El reflejo (Hetalia - RusPru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora