El reflejo (Cap.5)

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Bueno, pido perdón por los días que he estado sin subir, pero he estado sin ideas y la idea que he tenido era porque no había otra, por decirlo así.

Y sin más, os dejo con el cap~

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Tardé en separarme de sus labios. Era tan gratificante y placentera esa sensación que nunca quería separarme de él, así que volví a comer sus labios, introduciendo mi lengua en su boca, y vi su cara de sorpresa, separándome para soltar una risa de las mías. Estúpido y precioso Ivan...

- E-esto... ¿Podemos salir de la bañera?

Yo dije en un suspiro:

- No hace falta, estamos genial aquí. No quiero que te sientas agobiado, estamos entre amigos, ¿cierto?~ -reí, viendo su cara de timidez y felicidad y le abracé.

Poco tiempo salimos de la bañera y cogí una toalla, girando directamente al grandullón y le sequé la espalda lentamente. Cuando me di cuenta, enfrente mía había un hueco enorme de pared levemente metida para dentro. Así que pregunté:

- ¿Oye, y ese hueco de ahí? ¿Un error del constructor?

- No, yo... Rompí un espejo -antes de que dijese yo nada, se giró y me miró con una mirada que me impactaba. Representaba el dolor de todos los siglos: toda la sangre desbordada en la nieve en los fríos inviernos de Siberia, cadáveres muertos de hipotermias, los fusiles colocados... Su voz sonó fría, distante, conjunto a su mirada-. Desde que empezó esa exclusión, me escondía, no quería asistir a las reuniones por culpa de esos insultos, murmullos y la gente que tenía a mi lado me abandonó poco a poco...

Sus manos le temblaban y varias lágrimas caían por sus mejillas. Sus ojos se inyectaron en sangre y se humedecían, pero le pasé un pulgar por esas mejillas ya frías mirando a sus ojos avioletados tristes con seguridad, y asentí para que siguiera contando esa historia.

- No confiaba en mí, no podía verme, no podía hacer nada... Rompí los espejos de la casa, no podía ver mi reflejo, quién era... -y en ese intento de terminar la frase, rompió en llanto, como un niño pequeño que quería reencontrarse con su madre. Se cegó de oscuridad, sí querían ayudarle varios países, pero no lo vio. Tampoco le iba a decir eso en estos momentos, pero besé su mejilla, salada, haciendo que fijase la vista en mí y le abracé, soltando una sonrisa de oreja a oreja, diciendo:

- ¡El asombroso yo va a estar contigo hasta que te recuperes del todo! Nos lo pasaremos genial -le revolví el pelo, causando en él una pequeña risa, y viendo que asentía con la cabeza.

- Da~

Eso hizo que empezase una etapa nueva en nuestras vidas que íbamos a pasar juntos.

El reflejo (Hetalia - RusPru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora