🎑Día 3🎑

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[5:00a.m.]

El escorpión estiro su brazo sintiendo la cama vacía, se asusto por un momento pero después intuyo que el taurino estaba en la azotea, le daría su tiempo. Sin esperar mucho se volvió a dormir.

Mientras que en una parte de la azotea de ese edificio se encontraba el taurino viendo como poco a poco salia el solo. El pequeño niño estaba acostumbrado a mirar el atardecer desde la ventana de su habitación de su orfanato pero nada se comparaba a la vista bajo sus pies, pese a tener un poco de miedo a las alturas, ahí estaba, sentado justo al borde del edificio, si llegaba un ventisca de viento fuerte fácilmente podría salir volando, o eso pensaba en su mente de niño inocente. Poco a poco empezó a musitar una canción. Era como un susurro inentendible para cualquier persona que lo viera pero en su mente se él podía ver como luces de colores inundaban sus párpados si los mantenía cerrados, y esa sensación le encantaba. De pronto escuchó un susurro melodioso acompañarlo.

-¿Madre?- tenía los ojos cerrado con miedo a que cuando los abriera, todo su mundo se destruyera y la melodiasa voz de la mujer se fuera.- Te extraño- le susurro al viento sin esperar respuesta.- Me adoptaron o algo así, es una situación muy rara mamá. Pero me siento tranquilo y Escorpio es bueno conmigo- una pequeña sonrisa apareció en su rostro.- Ojala estuvieras aquí.

Abrió los ojos poco a poco al sentir como la luz del sol le daba en la cara y la magia desaparecía. Sonrió y se marchó del tejado, tal ves el escorpión le pudiera dar un abrazo, se lo pediría.

[7:00a.m.]

La alarma sonó haciendo enojar al escorpión, ¿por qué había puesto alarma si ni siquiera trabajaba? La apago. Se removió en su sitio sintiendo un bulto a su lado que lo abrazaba con fuerza, se giro a ver al taurino arropado hasta arriba, le quito la sabana de la cabeza para empezar a acariciarle el cabello viendo como el menor se aferraba más al contacto.

-¿Éstas despierto?- preguntó al monotonía de sabanas frente a el.

-Si. Fui a la azotea- el menor seguía bajo las sabanas.

-Lo note, ¿qué hacías arriba?- le destapo la cara viendo sus ojos un poco hinchados, al parecer había llorado.

-Hablaba con mi mamá- bajo el rostro.- O intente hacerlo.

-¿Cómo intentaste hacerlo?- no creía lo que decía el menor, no es que el supiera mucho de los poderes de Tauro pero estaba seguro de que ninguno de los signos podía hablar con los muertos o el más haya.

-Sólo...cerré los ojos, como lo hago siempre, y canto su canción- su voz se empezaba a escuchar como si fuera un susurro.

-¿Y cuál es su canción?- le susurro.

-No lose- se aferro al mayor.- Solo se que es de otro idioma.

-Cantala- pidió, un minuto de silencio y luego dos, el escorpión estaba esperando una respuesta que no iba a llegar, miro el rostro del toro observando como este dormitaba tranquilamente.- Dormido como roca- así mismo como el taurino, él también cayo al mundo de los sueños por segunda vez.

[10:24a.m.]

El escorpión se encontraba haciendo el almuerzo cuando vio entrar por la puerta de la cocina a un taurino envuelto entre sabanas.

-Por fin despiertas, duermes demasiado- hablo el mayor al ver como Tauro le agarraba de la camisa.

-Tengo hambre, solo por eso me desperte- boztezo.

-No lo dudo, ahora, sal de la cocina, estoy cocinando y no te quiero cerca de la estufa.

-Ok, mamá, ya me voy- agarro las sabanas y se fue a sentar en el comedor.

Un silencio tranquilo se formo entre ellos dos, Escorpio cocinaba y Tauro esperaba pacientemente su comida, un momento muy poco común para Escorpio ya que el que le cocinaba era Tauro, pero se podía acostumbrar a esto.

-Escorpio- le llamo el niño un poco aburrido.

-¿Si?- apago la estufa y empezó a servir la comida.

-¿Qué significa marihuana?- escucho como Escorpio tiro sin querer un utensilio.

-¿De dónde sacaste eso?- se dirigió al comedor y se sentó junto al toro entregándole su plato.

-Del orfanato- explicó empezando a tragar su almuerzo y desayuno.

-No vuelvas a decir esa palabra, Virgo y Capricornio me matarían- fruncio el ceño recordaando la clase de sermones que estos le daban casi siempre.

-¿Quiénes son ellos?- hablo con la boca llena y derramando un poco de comida haciendo un poco al escorpión.

-Es de mala educación hablar con la boca llena- agarro una de las servilleta que había en la mesa y le limpio las mejillas.

-Lo siento- bajo la cabeza un poco triste, Escorpio decidió cambiar el tema de conversación.

-Son, por así decirlos, tus otros tíos- volvió a comer sin quitarle un ojo de encima al niño.

-¿Eh?

-Virgo y Capricornio son tús tíos- los ojos del taurino brillaron.

-¿Tengo más tíos?- pregunto, emocionado.

-Exactamente diez tíos- mintió, pero si eso hacía que Tauro estuviera feliz, una mentirita pequeña no haría daño.

-¡Wow, tienes muchos hermanos! ¿Dónde están? ¡Quiero conocerlos!- Escorpio se dio cuenta de que la había cagado, por lo menos no estaban hablando sobre que es la marihuana.

-Algún día los conocerás niño, ahora a comer- el taurino emocionado termino de comer enseñando su plato al mayor.

-¡Más, por favor!

-Si que comes- susurro y agarro su plato para ir a servirle más.

-¡Gracias!

•Kid's Don't Lie• [EscorpioxTauro]{ZodiacoGay}(ActualizacionesLentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora