•Kid's Don't Lie• [EscorpioxTauro]{ZodiacoGay}(ActualizacionesLentas)

🎑Día 2🎑|Parte²|

[3:47p.m.]

El taurino se encontraba sentado el uno de los sillones de ese pequeño apartamento. Hace rato ya había comido y visto películas, ahora solo comía una china mandarina. Estaba aburrido, no tenía nada que hacer así que, aun con la china en mano, se dirigió al cuarto del escorpión solo a curiosear un poco.

- La witsi, witsi araña, fumaba marihuana, vino la patrulla y se la llevo- cantaba y tarareaba la canción animadamente aun sin saber el significado de ella, un día simplemente la había escuchado en el orfanato y se le quedo grabada en la mente, despues le preguntaría el significado de ella al escorpión.

Mientras buscaba en el escritorio del mayor algo con lo que jugar, escucho que algo caía detrás de él, se asusto y despues miro en dirección de donde provenía el ruido encontrándose con un libro. Lo agarro y observo su portada leyendo el título. "¡¡PiKa-BuU!!".

La curiosidad mato al gato.

[3:50p.m.]

Escorpio se encontraba mirando las habitaciones de ese gran lugar, una a una. Aunque no lo admitiera, quería encontrar la habitación del toro.

-Niña, niña, niño, niño, niño, toro, niña, niño... Espera...- dio unos pasos hacia atrás, llevaba rato con esa técnica de clasificar las habitaciones solo por los colores que estos tenían pero paro al ver que una era de color naranja y tenia un pequeño sticker de toro en la puerta.

El lugar estaba destruido y se notaba los años que llevaba así pero eso no significaba que el escorpión no se diera cuenta de la diferencia entre algunas habitaciones, a pesar de que el color de las paredes estuvieran más oscuros por la suciedad. Entro a la habitación que supuso y era de su mejor amigo encontrando esta completamente bien, como si nunca hubiera pasado nada. Habían dibujos pegados en las paredes, algún que otro papel que tuviera algunas notas musicales y un diario en la cama un poco desgastada. Rápidamente agarro el diario empezando a leer.

"Hola, mi nombre es Tauro y tengo siete años. No se porque escribo aquí, la monja dijo que le dan un diario a cada niño para que se expresen, según ella. Esto es lo más tonto que han hecho en este orfanato, dudo que un diario te hable."

Las paginas de ese diario estaban un poco desgastadas y la escritura era buena como para ser de un niño de siete años. Siguió leyendo mientras se sentaba cuidadosamente en la pequeña cama.

"Hola, soy yo de nuevo, ¿quién más sería sino?

He estado preguntando a los niños del orfanato, aunque sea incomodo, sobre los diarios. Ningunos saben sobre estos así que le preguvte a la monja, ella solo cambio de tema. Esa mujer es rara."

Algunas de la páginas estaban borrosas por lo que no podía terminar de leer algunas de ellas.

"Hola, ya sabes quien soy. Se siente raro escribir como si le estuviera hablando a alguien. No tengo nada que contar."

Otra página. Y esta si le intereso al escorpión.

"Hola diario. Hoy no podía dormir así que como no podemos salir de los cuartos si es de noche, aunque casi nunca haga caso, decidí escribir.

Una vez, justo el día que me trajeron, conocí a un chico. Él fue bueno conmigo aunque tuviera cara de amargado, no he podido olvidarme de él ni de su madre. Técnicamente me salvaron la vida. Todavía extraño cuando él me traía comida, su madre cocinaba riquisimo. Extraño tener un amigo, más lo extraño a él y nuestras charlas de como cuidar a las ardillas. Aunque ahora que lo pienso es un poco estúpido hablar de eso. Ojalá algún día lo vuelva a ver. Es el único amigo que no me a traicionado, pero como dice la monja: "nada dura para siempre".