-¿la semana que viene tienes algún plan?
-Que yo sepa no.
-Vale, pues ya lo tienes.
-Ah, y ¿Qué plan es?
-Tú solo prepárate la maleta para el martes que viene.
-Ósea, para pasado mañana ¿no?
-Eh...si.
-¿Marcos a donde me quieres llevar?
-No te lo puedo decir es una sorpresa.
-Que miedo me dan tus sorpresas marquitos.
-Jejejeje.
Estábamos en la piscina de su urbanización tirados en la toalla, bueno más bien, yo tumbada en la toalla y el encima de mí chorreando porque acababa de salir del agua.
-Joder Marcos quita que estas chorreandito.-dije intentando quitarle.
-Es que como te he visto tan seca….
-Mira tú que majo el niño.-dije sarcástica mientras intentaba quitarle los brazos que tenia a cada lado de mi cabeza.
-Yo que tu no hacia eso, pero tú misma….-me dijo misterioso.
-¿No haría eso por…..?
-Pues…porque…..como ves no hay nadie y por si no te has fijado estamos en bañador y uno de los dos esta mojado y encima del otro…-dijo guiñándome un ojo.
-¡Vamos ni de coña!-dije quitándomelo de encima.-Quita que me voy a bañar.-me levante de la toalla, dejándole sentado en la otra toalla, viendo como me iba.
-Aquí te espero.
Cuando salí del agua fui hacia las toallas y le vi tumbado de espaldas con los ojos cerrados y los cascos puestos. “Esta es la mía, se va a cagar.” Pensé. Me acerque y coloque mis pies a cada lado de su espalda, junte todo mi pelo a un lado y me lo empecé a escurrir en su espalda. Al ver que el único movimiento que hizo fue un pequeño escalofrío, cogí una botella que teníamos congelada con un poco de agua, me senté encima de su culo y le empecé a echar el agua helada de la botella, en ese momento si que reacciono.
-¡La madre que te pario, que fría esta el agua coño!-dijo pegando un grito, quitándose los cascos y dándose la vuelta, lo que hizo levantarme.
-Es que como te he visto tan seco….-repetí las mismas palabras que él me dijo cuando me mojo.
-Mira guapa no tienes Madrid para correr. Yo que tu empezaría a correr.
-Te jodes que eso es lo que me has hecho antes.
-Una mierda, que yo no te he mojado con agua helada.
-Es que así no sería una buena venganza.
-Yo te mato.
-Tú me quieres.-dije poniéndole carita de niña buena.
-En este momento no.
-Sabes que sí.
-Te odio.-dijo rozándome los labios.
-Me das asco Marcos.-dije dándole un beso en la comisura de los labios.
-¡Hola!-dijo con efusividad una chica morena, interrumpiendo nuestro momento, que llevaba un vestido corto de rayas estilo playero, una toalla de colores y un bote de crema. La chica tendría unos veinte años más o menos y por lo que se veía conocía muy bien a Marcos. Al oír su saludo, Marcos recostó su cabeza apenado sobre uno de mis hombros.