diecisiete

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Me dirigí a mi coche para ir a casa, cuando alguien me paró tomándome de la muñeca.

— ¿Puedo ir a verle? — Benedict miraba el suelo — A Damián.

No podía decir que no, después de todo, es su padre.

— ¿Quieres venir en mi coche? — Le invité.

— ¿No te importa?

— Tienes el derecho de verle, después de todo es nuestro — eso sonó muy raro — hijo.

Nos metimos en el coche, él se sentó en la parte de delante, por alguna razón esta situación parecía un dejá-vu, sólo que era yo la que conducía y no él.

— Lo siento — Benedict me miró o por lo menos pude sentir su mirada sobre mi. —, en vez de pensar en cómo lo pudiste pasar tú siempre estuve pensando en mi.

— No pasa nada — Le corté —, ya está todo en el pasado.

— También siento haberte dejado sola con Damián.

— No lo hagas Benedict, — intenté fijarme en la carretera — después de todo es un hijo maravilloso, y te entiendo, no estábamos preparados para estar juntos, no estamos destinados para casarnos.

— [t/n], dame una segunda oportunidad, te mostraré que podemos ser una buena pareja.

— Ya es muy tarde, ahora se trata de ser buenos padres.

Cambiame #2 [BenedictCumberbatch]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora