Recuerdos Dorados© [Goldentrap]

Lo siento por ser quien soy, pero no puedo cambiar

(Antes de comenzar quiero aclarar que los personajes no me pertenecen, son propiedad de mi hermoso esposo Scott Cawthon <3)

Okno
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—¡Maldita sea!—grito con furia entre lágrimas el hermano mayor mientras yacía en una cama viendo al vacío. —como odio a mis padres...— musitó para él mismo, tomando seguidamente una almohada y colocándola sobre su cabeza para luego dejar soltar algunos sollozos.

Aquel niño de apenas seis años quien por nombre responde a Springtrap estaba siendo consumido por el dolor del rechazo por parte de sus antes mencionados padres quiénes solo tenían ojos para el pequeño Golden, quien era el hermano menor, que al parecer siempre a sido el más querido en aquella casa, mientras por otra parte Springtrap era frecuentemente maltratado u ofendido entre otras cosas, que no era por exagerar, simplemente los supuestos padres de aquellos dos niños eran diferentes con los dos, siendo el mayor el humillado, mientras que el contrario ni cuenta se daba del maltrato hacia su hermano. Aunque estos abusos por parte de aquellos horribles padres no eran envano, Springtrap sabía muy bien la razón del porqué, pero no pensaba hablar sobre eso.

Aun así, Springtrap estaba acostumbrado por aquel tormento, acostumbrado a aquel sentimiento de que estorbaba para las personas, ese sentimiento tan horrible de no servir para nada, eso sentía spring.

Aun así, no demostraba ninguna emoción o al menos no frente a nadie, era tan indiferente aquel despreciado niño.

Justamente mañana seria el cumpleaños de su hermano menor, al que también le tenía odio aparte de sus padres, quienes salieron a comprar obsequios para Golden al estar tan felices y maravillados de que su retoño tan preciado cumpliera un años más de vida,  habían decidido llevarlo a un restaurante llamado "Fredbear Family Dinner's" el cual quedaba a unos minutos en auto. Para Springtrap esto sonaba un tanto divertido pero de igual forma dejó de interesarse al saber que sólo  llevarían a Golden, aun así no le sorprendía ya que era el único al que querían contentar.

Por otro lado
Golden estaba muy emocionado por este acontecimiento ya que sabía que lo llevarían a su restaurante favorito, sin embargo no tenia idea de que sólo él iría, y no su hermano, que aunque no se hablaran tanto o tuvieran una gran relación lo quería mucho.

Aprovechando a que sus padres no estaban ya que salieron, dejándolos así solos a ellos dos, él decidió que hablaría con Springtrap, o al menos trataría ya que este le ignoraba y solo se encerraba en su habitación. Sabía que algo pasaba, se comportaba de una forma más extraña de lo usual, no le había querido dirigir ni una palabra, nisiquiera lo había visto en todo el día, generalmente siempre hacia esas cosas pero este día han sido más frecuentes, Golden siempre que pasaba por la puerta de la habitación de su hermano escuchaba llantos, lo cual lo ponía mal aunque no supiera el porqué lloraba, el hecho de que supiera que él estaba triste era suficiente para hacer que el pequeño lo estuviera también. Aunque nunca convivieran por algún motivo Golden admiraba a su hermano mayor.

El rostro del pequeño reflejo una sonrisa, al pensar que mañana aprovecharía en la pizzería para pasar tiempo juntos y tratar de llevarse mejor como siempre deseó.

Tiempo después el pequeño rubio yacía aburrido en la alfombra roja que pertenecía a la sala, con sus bellos ojos ámbar posados en un rompecabezas casi resuelto el cual estaba armando, mientras esperaba que el mayor de cabellos unos tonos más oscuros que el de su hermano, llegando a verse algo verdoso, que hacía juego con sus cuencas color negro azabache.