Capítulo 2

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Al llegar al lugar del que provenían los gritos, visualicé a cuatro chicos siendo atacados por un zombie. Uno de ellos, el de cabello largo estaba en el suelo tirado mientras otro chico de lentes lo estaba asistiendo, mientras que otros dos, uno más alto que el otro estaban frente a ellos dándoles la espalda dispuestos a pelear con el zombie. Negué con la cabeza y me acerqué rápidamente a la escena, me pare a un costado del zombie y sin titubear dispare, este cayo al piso inmediatamente. Los cuatro se quedaron viéndome con la boca abierta.

–¿están bien?

Los dos chicos que estaban parados asintieron. En ese momento los reconocí, hacía meses que no había siquiera pensado en ellos, eran los chicos de morat, ahora era yo la que quedaba con la boca abierta de la impresión de tenerlos en frente, me obligué a mi misma a tener compostura.

–soy Juan Pablo Isaza

Hablo el más alto de los chicos que estaban parados, extendiendo las manos y aún estando en shock, sonreí al ver lo tonto que se veía Isaza intentando presentarse.

–se quienes son -tome su mano- Nabyla
–¿estás bien Martín? -le dijo Simon a su hermano de cabello quien continuaba tirado en el piso-
–si, solo me caí

Martín tomó la mano de su hermano el de lentes y ambos por fin se levantaron e incorporaron. Me di cuenta de que la pierna de Martín sangraba, me quite la mochila y rebusqué en esta alguna venda o algodón para colocar sobre la herida. Agradecí al cielo que Dani se preocupara por mi lo suficiente como para poner una venda en mi mochila por si la necesitaba.

–Martín, tu pierna está sangrando

El me miro extrañado al ver que sabía su nombre, al parecer el no se había dado cuenta de lo que le había dicho a Isaza.

–Ella sabe quienes somos -lo tranquilizó el alto-
–creo que me raspe cuando me caí
–tengo vendas, pero necesitarás que te curen -se sonrojo-
–si quieres se los pongo yo
–¿seguro? -Simon asintió y se las entregue-
–¿conoces algún lugar donde puedan curarlo?

Por fin hablo Villamil y sentí que la piel se me puso chinita, no fui capaz de apartar la mirada de Martín, que gracias a dios no me estaba viendo porque se hubiera reído. Me paré recta antes de contestar.

–podrían curarlo en el refugio...
–¿el refugio? -me interrumpió Isaza-
–si, es el lugar en el que vivo con otras personas, si quieren podrían venir conmigo, excepto que ...
–¿que? -preguntó Simon, mientras ayudaba a su hermano-
–está a poco más de dos horas caminando, no estoy segura de que Martín pueda caminar bien hasta allá
–a menos de que alguien me cargue -todos miramos a Isaza-
–¡¿que?! Son dos horas perros
–¿planeas que me quede acá?
–no, pero que lo cargue su hermano
–¡Isaza! -gritamos todos al unísono-
–ok, ok, lo haré

Isaza se acercó a Martín, Simon ayudó a su hermano a subir a la espalda de su compañero. Camine primero entre los arbustos, para salir de esa zona que podría ser más peligrosa. Ya en el camino más despejado y en dirección al refugio, Villamil se puso a lado mío y atrás estaban Simon, Isaza y Martín.

–gracias por ayudarnos, Nabyla, sin ti quien sabe que hubiera pasado -añadió Martín-
–está bien, eso hago, ayudar a la mayor gente posible
–nosotros nos defendemos bien contra esas cosas horrorosas -se justificó Simon- pero hoy...
–hoy no teníamos más armas -término Isaza-
–no lo dudo, si no, no hubieran sobrevivido todo este tiempo -ví a Villamil asentir- pero ¿todo este tiempo han estado solos?
–no, hemos visto a la gente con la que estábamos ... morir

A Villamil le costó decir eso último, y no lo culpaba, nadie estaba listo para ver a sus amigos morir, le dedique una mirada de consuelo, que sabía que no servía para nada, pero hasta ahora era lo único que podía hacer por el, me devolvió la mirada con una sonrisa de lado.

Survivors (Juan Pablo Villamil) {Morat} |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora