Desperté tan agitada como últimamente sucede. La pesadilla y esos ojos tan profundos vuelven a por mi en los sueños. Abrazo a mi almohada tan fuerte mientras tiemblo en mi interior deseando no volver a dormir.
Miro mi reloj y señala que son las 5 de la mañana. Me levanto y empiezo a servir la comida que no comí en la cena para los animales. Fantasma es un cachorro de lobo blanco con dos ojos disparejos.
-Regresare más tarde para traeros mas comida.
Acaricie el lomo de Fantasma y Shadow que fueron los primeros en venir a comer.
-Tengo que ir a ducharme así que os encargo mi cuarto- me despedí de cada uno y salí con mi toalla, ropa para el día y accesorios de limpieza.Me caí en cuanto di mi primer paso fuera de la habitación y para empeorarlo un balde de pintura verde me callo encima, gemí de dolor. Limpie la pintura con mi ropa y lo coloque en una cesta con una toalla.
Entre a mi cuarto y saque otro cambio y toalla, esta vez camine lentamente para no resbalar me. Al llegar a la bañera del fondo abrí el agua pero salio mucho mas frío que de costumbre. Retuve un grito cuando me di cuenta que mi piel se estaba congelando. Termine de bañarme mientras mis dientes castañaban. Me cambie y salí rumbo a mi cuarto a dejar las cosas.
Después de ese primer caos en el edificio de las chicas salí a dar un paseo matutino. El viento congelado ondeaba mi cabello húmedo aun por el baño. Desayune en la cafetería y cogí dos barritas de chocolate que me regalo la señora de ahí por haber acogido a sus gatitos, eran de ella, ahora ella me da comida para ellos pero ahora tengo más compañeros y no se como podría hacer sin esa ayuda. Fui a los edificios del colegio, al llegar a mi taquilla una serpiente salio de esta tratando de morderme. La cogí unos segundos antes que me muerda.
-¿Qué haces aquí, Señora serpiente?- la acaricie y la enrolle en mi cuerpo debajo de mi casaca- te llevare al bosque para que estés a salvo.
Así lo hice, en todo momento tenia sujeta la cabeza de la serpiente pero solo para acariciarla. Una vez me introduje muy adentro del bosque abrí mi abrigo. La serpiente se fue reptando pero antes me miro un par de minutos y luego desapareció por unas hojas.
Regrese y saque mis cosas. Al llegar al salón me senté para ver por la ventana, ya estaba comenzando el invierno. Pronto necesitare mas abrigos. Me acerque al calefactor y lo prendí, así llenando de calor el salón.
Abrí mi carpeta para meter mis libros y me encuentro una tarántula. Use mi libro para transportarla a un lugar seguro. Osea afuera. Con cuidado la baje y esta se fue corriendo al bosque. Suspire agotada y me puse a dibujar una vez guarde mis cosas en la carpeta.
Cuando comenzaron a llegar pude ver la cara de asombro del chico que últimamente siento su mirando todo el tiempo.
Seguí con mi dibujo esperando que vuelva a regañarme pero eso no paso ni por asomó, solo miraba mi carpeta y luego a mi con expectación.
Se sentó en el asiento de a lado y dejo sus cosas. Parecía soñoliento con el pelo plateado aun desordenado y sus ojos celestes rodeados por una nube oscura por la parte baja.
Saque una barra de chocolate y se lo puse encima de la mesa, el lo miro con desconcierto y luego a mi.
Seguí con mi dibujo sin intercambiar palabras. Una parte de mi siguió cada movimiento que hacía y otra se concentrada en el dibujo.
Al principio no lo cogió y solo lo vio. Luego empezó a toquetear lo con un lapicero. Me reí para mis adentros y trate de dicimular una sonrisa. El se dio cuenta y se sonrojo, con eso ya no pude evitar reírme. Cogió el chocolate y se fue como una bala.
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Falsum Rerum
DiversosAzul es la típica chica de 16 años, de ojos azules brillantes, piel clara y cabello azabache. Ella ha sido transferida al internado de Luciam Ignis, el cual se ubica en una de las islas, llamada O'Briend. Todo de lo más normal, ¿Verdad? El problema...