Basado en la franquicia Fate. Esta historia se sitúa en la época actual. Una secta ha aparecido, con el objetivo de desvelar los secretos de la magia al mundo entero liberándose al fin de las ataduras que el alto consejo mágico ha impuesto, sin dars...
Había sido un pésimo comienzo para el mago Luke, y su reciente encuentro con ese mago que trato de quitarle a su Servant solo le había dado una muestra de lo terrible que podía ser una guerra por el Santo Grial, pues esto de ninguna manera se comparaba con armas, los magos podían ser bastante más poderosos y destructivos que un tanque. El máster que había salvado a Luke se le acercó lentamente y de un momento a otro inyectó en su cuello una sustancia.
-Oye mas cuidado. – Dijo Luke ante esa acción. – ¿Ahora vas a robarme un riñón o qué? – Al cabo de un rato parecía ya ser capaz de moverse. –
-Bien, parece que ya te recuperas. – Dijo el mago poniéndose de pie. – Descuida he venido para ayudarte. – Extendió su mano para ayudar a Luke a levantarse, pero este se mostró evasivo. –
-Disculpa que haga esto. – Dijo mientras retrocedía y formaba dos escudos de energía. – El último tipo que me dijo eso no tenía muy buenas intenciones. ¿Como se que esto no es otra trampa? – Dijo amenazando al mago delante de él. Tras una leve risa, mostró la mano donde tenía sus hechizos de comando. –
-Soy un master del rojo igual que tú. Me llamo Damián Corvin. –
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Luke noto de inmediato que los sellos de comando de Damián eran iguales a los suyos, aparentemente para poder identificar un aliado de un enemigo, los sellos de comando eran de gran ayuda, dato que pospuesto no sabía Luke y que le habría servido antes, cuando se apareció Mikoto, aparte Damián lo había salvado y curado, tal vez esto hacía más fácil creer que era aliado y no enemigo.
-Soy Luke Howlett. – Dijo Luke desapareciendo sus escudos. – Es un gusto conocerte Damián Corvin. –
-Solo dime Damián. Cuando nos percatamos de tu retraso, nos enviaron a buscarte. – Estas palabras resultaban muy familiares. –
-Eso mismo me dijo ese sujeto Mikoto. – Resoplo un poco fastidiado. –
-La diferencia es que no tuvimos noticias tuyas en un rato. – Se acercó lento entendiendo el porqué del fastidio. – Los otros masters llegaron al sitio de la reunión, algunos notificaron que llegaran tarde, pero que estaban bien. Solo uno no mandó respuesta. – Luke entendió la indirecta. – Así que despreocúpate, ahora estas entre aliados. ¿Cierto espada? – Se mostró el Servant de Damián, sin dar su nombre, pero si haciendo una reverencia cordial. –
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