Fate/Apocalipsis

Capítulo 02. No hay lugar para los Débiles

- ¿Cuántos años de existencia te toma saber, que la vida realmente no vale lo que muchos opinan? ¿Cuántos desastres horribles, pérdidas irreparables o sueños destruidos necesitas ver para percatarse que el mundo es un caos? que lo fue antes, lo es ahora y lo será en el futuro, a menos que te decidas a hacer algo, e incluso si te propones cambiar el mundo, necesitas más de una persona para hacerlo, pues por más que uno quiera cambiar al mundo por sí mismo, esto no es posible, necesitas aliados, con las mismas convicciones, los mismos deseos o en última instancia, un odio compartido por destruir a los mismos enemigos. –

Se escuchaba la voz de una persona que retumbaba en la habitación, su voz era profunda, sus palabras parecían sabias, y la persona pese a su juventud, parecía tener perfecto entendimiento de lo que estaba hablando. La habitación por completo oscura, solo iluminada por una serie de monitores donde se podían ver personas que se mantenían en el anonimato, pero el hombre en la habitación, caminaba por el despacho, con una taza de té en su escritorio que aun parecía estar cálida.

-Por mucho tiempo, se nos ha dicho que la ignorancia nos mantiene felices. Pero yo les digo ahora mis camaradas, no es cierto también, que la verdad nos hace libres. – Sorbió un trago de su taza y prosiguió. – La razón por la que se nos mantiene desconocedores de los peligros del exterior, es para no provocarnos miedo, pero a la vez, nos impide prepararnos para una catástrofe. Créanme, lo he visto. Estamos al borde de un desastre, todo porque la iglesia y la asociación de magos, no desea dar a conocer al mundo, sus sucios secretos. ¿No creen que es hora de que digamos "estamos aquí"? – El silencio se mantuvo un momento en tanto las personas en los monitores pensaban en sus palabras. – Ahora somos hermanos. Hermanos porque todos deseamos algo, que el mundo nos niega, pero que ahora podemos reclamar al fin. Los que asistieron a mi llamado, me indican que han decidido quitarse la venda de los ojos, y pelear por lo que deseamos. Es hora de la verdad, es hora de la libertad, es hora de la hermandad de la luz oscura. –

La facción negra, también llamada "La Hermandad de la Luz Oscura", liderada por el mago de alto rango, William Luxcrepuscule, tenía el objetivo de librarse las ataduras que la iglesia y los magos habían puesto sobre ellos, librar al mundo de lo que para ellos era injusto y tiránico, una causa en común por el momento, y todos los que habían sido reunidos, poderosos magos que ahora darían a conocer el poder de su causa. Al cabo de unos minutos los monitores se apagaron, William se levantó de su asiento y salió de la habitación rumbo a su estancia, un fuego en la chimenea daba un toque cálido y a la vez relajante al ambiente, y apenas este entró una voz se escuchó.