| Hélène | Saint Seiya: The Lost Canvas

7.

Pandora me regaló un collar que decía Yours Ever. Alone también tenía uno igual. El texto del collar me hacía pensar en Kagaho "tuyo siempre". No porque me perteneciera ni yo a él. Era porque siempre nos acompañaríamos el uno al otro. Y sí, siempre lo hicimos. Todo el tiempo estábamos juntos, desde que llegué.

En ese entonces era muy tímida. Me acompañaba a todos lados, él era el único que dejaba que se me acercara, tenía miedo de los demás. ¡Y vaya que lo tuve cuando conocí a Thanatos e Hypnos! Eran muy intimidantes, Thanatos siempre se burlaba de mi timidez. Hypnos era mi consejero personal. Pero el cambió de bando. Yo estuve ahí cuando Freya, cuyo nombre no conocía en ese entonces, lo convenció a cambiar de pensar. Hasta a mí me dieron ganas de irme con ella cuando la escuché.

Es muy difícil vivir como espectro. Toda la humanidad te odia, no te sientes querido. Tal vez por eso Hypnos se fue. Pensándolo bien creo que fue por la chica, Freya. Cuándo ví cómo se comunicaban me dí cuenta. Sus ojos brillaban cuando la veía. Ella le dijo que en la Tierra los humanos cometemos errores, y vaya que sí. Hypnos se lo sabía de memoria. Sabía que si nosostros no exterminabanos a los humanos, ellos mismos se matarían entre sí. Y lo harán. Él solo decidió darle más tiempo a la humanidad.

A mí también me gustaría darles más tiempo. He conocido varios humanos amables, que no merecían morir. Pero he conocido más que viven en la pobreza extrema, que no se merecen vivir así. En el Infierno vivirían a gusto. Aunque entiendo el miedo de los demás humanos a la muerte, es algo desconocido para ellos.

Ahora que lo pienso ambos lados son grises. Con su lado blanco y su lado negro. Ninguno es malo. Ninguno es bueno. ¿Por qué elegí este lado? Porque aquí estaban las personas que amaba.