Golddy, Golddy, Golddy, ¡GOLDDY!

ReCuErDo.

Nunca me gustó hablar con los demás. No es que fuera tímido es sólo que me causaba repulsión, muchas veces me pregunté si había algún problema conmigo. Pero con el tiempo me di cuenta de la basura que puede ser la sociedad, yo no era el problema.

Por supuesto intenté cambiar, pero no lo logre. Con el tiempo sólo me quedé encerrado en mi cuarto, el único lugar en donde me sentía a salvo. Nunca salí e incluso muchas veces olvide el rostro de mamá, lo único que puedo decir es que en algún punto del camino...

Termine roto...

Todo comenzó con ruidos, gritos e incluso sollozos que provenían del cuarto de mis padres. Lo recuerdo con tanta claridad que me aterra, siempre trate de ignorarlos y fingir que no pasaba nada. Hasta que mamá desapareció. La policía busco pero nada, y los familiares de mi padre mintieron.

Dijeron que nunca notaron nada raro con mi madre, aun cuando se le notaban los moretones. Que le gustaba salir, aunque mi padre nos mantenía encerrados. Mentiras y mas mentiras.

En ese momento comprendí la basura que es nuestra sociedad. Pero yo no estaba muy lejos de ellos, porque tampoco dije la verdad. Mientras tuviera un techo yo era feliz. Sin ella la casa era mas silenciosa, pero de nada servía si el me mandaba a la escuela.

No era capaz de hablar con alguien, me la pasaba los descansos solo y nunca tenia un equipo. Al regresar a casa yo me encerraba en mi cuarto, nunca paso nada raro. Y asi pasaron dos años, yo tenia 15 y Usagi 13. Ella era mi hermana, aunque fuera adoptada. La pubertad ya estaba pasando por ella y tuvo muchos cambios.

Otro cambio que ella tuvo fue que siempre se encerraba en su cuarto, y en la noche ella venia a dormir conmigo. Me decía que los monstruos vendrían por ella, y yo solo le seguía el juego. Una noche me despertaron los gritos de Usagi. Mi papa estaba tomado y no dejaba de decir "Conejito, ven a mi" mientras golpeaba la puerta.

- ¡¿Que pasa?! - grite preocupado.

- Por favor, no dejes que el me lastime de nuevo - ella se aferraba a mi mientras lloraba. Lo comprendí al instante.

Podía ser la mierda mas grande del mundo, pero ella es la única familia que me queda. No puedo dejar que el se la llevara como lo hizo con mi madre.

Le dije a mi hermana que se escondiera en el armario, y que pase lo que pase o viera lo que viera. Ella no saldría de ahí. Busque entre mis cosas y encontre un picahielos, recuerdo que lo tenia porque yo era paranoico y pensaba que algún día estaría en peligro. ¿Quién diría que de verdad funcionaria?

Abrí la puerta, y lo empuje con toda la fuerza que tenia. Apunte a su cuello y comencé a apuñalarlo. Sus ojos comenzaban a oscurecerse, y la sangre caliente comenzaba a fluir por el piso. El estaba muerto.

La policía llego y al enterarse de todo, trataron de encarcelarme. No lo entiendo, ¿Estas jodiendome? Se supone que deberían de ayudarme....

Al final la única persona que me salvo fue Fred, el nunca dudo de mi. Pero para pagar mi deuda con el tuve que convertirme en un "Observador"

Mi nombre es Loon, y mi historia a penas comienza.

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Corto

Perdonen las faltas ortográficas que encuentren.

Nos vemos :D