Sarah llora desconsolada en la esquina de una calle. Había ido a visitar a Jack, su novio, pero cuando llegó a su calle lo vio en la puerta de su casa besando a otra chica. Aquel muchacho le había jurado amor eterno y ahora la esta engañando. ¿Cómo pudo hacerle algo así? Si ella lo amaba, lo ama.
Triste y enojada a la vez, decide marcharse de aquel lugar donde lo único que hay son los pedazos rotos de su corazón.
Mientras camina cabizbaja por las calles de su ciudad se choca con algo, o mejor dicho, con alguien.–¡Sarah! Que agradable sorpresa –exclama alegre el sujeto.
–Joseph, hola –habla ella sin ganas.
–¿Qué te pasó? –indaga preocupado.
–No quieres saberlo.
–Dime, por favor.
Por primera vez desde que empezaron a hablar, Sarah, mira a su acompañante. Su cabello castaño esta peinado hacia atrás; sus ojos, verdes, la miran intranquilos. Viste una remera blanca que le queda un poco suelta y un pantalón negro, aunque, lo que más llama la atención es su altura. Es demasiado alto. Y es el hermanastro de Jack.
–Esta bien, te lo voy decir.
Da una larga respiración mientras cierra fuertemente sus ojos. No quiere volver a llorar.
–Jack me engañó –habló tan rápido como le permitió el nudo de su garganta.
–¿Qué hizo qué? –la mirada iluminada que traía cuando vió a Sarah, poco a poco, se transformó en oscuridad mezclada con odio–. Esto no puede quedar así. Vos acá llorando y el ahí feliz con otra chica.
–Pero ¿Qué pensas hacer? –exclama triste
–Mañana a la mañana vení a visitarme al departamento.
***
Sarah toca la 2da puerta del piso ocho en donde vive Joseph. Él no tarda en abrirle la puerta.
–Me alegra que estés acá Sarah.
Ella le sonríe debilmente.
–¿Qué pensás hacer con Jack?
–Bueno, mi idea era que vos le digas que querés hablar con él y lo citas acá. Es muy importante que estés en el balcón en el momento cuando él venga –se acercan al lugar que mencionó–. ¿Ves? Al balcón lo estan reparado, por lo tanto, no tiene las rejas que suele tener. De modo que cuando vos lo llames para "hablar" yo salgo del lugar donde voy a estar escondido y lo empujo.
Sarah lo mira asustada.
–¡¿Estás loco?! ¡Me dolió lo que me hizo pero nunca lo mataría! –exclama indignada.
–¿Cómo que no? –pregunta como si no entendiera la actitud de Sarah.
Da un paso hacia adelante y Sarah uno hacia atrás.
–Él te engañó.
Otro paso de Joseph y otro de ella.
–Él rompió tu corazón.
El castaño sigue avanzando y Sarah retrocediendo.
–Él nunca te quiso.
Sarah esta llegando al borde del balcón.
–Él nunca te amó como lo hice yo.
Joseph queda enfrente de Sarah y ella da un pasó más hacia atrás. Un paso que no tendría que haber dado. No hay más suelo. Sarah lanza un grito desgarrador y luego no se escucha más.
Joseph se asoma por el balcón por donde acababa de caer Sarah. No puede creer lo que lo que acaba de ocurrir. Se aleja del lugar impactado y se derrumba en el suelo del salón. Perdió la noción del espacio y del tiempo. Solamente mira un punto fijo. Su mente no para de reproducir la escena. Siente a lo lejos un fuerte golpe, parece ser de una puerta.
–¡Joseph! –grita alguien enfurecido.
El nombrado se da vuelta para ver de quién es la voz.
–¿Qué has hecho? –exclama Jack con un tono de desprecio.
Joseph se había olvidado que su hermano, Jack, le había dicho que mañana iba a ir a su casa para contarle algo importante.
–Hermano...
–¡No me llames así! Que mi padre te haya adoptado cuando niño, solo por el simple sentimiento de lástima, no te convierte en mi hermano –le grita enojado.
La expreción de Joseph cambia de tristeza a rabia y grita.
–¡Esto fue todo culpa tuya! ¡Si tan solo no le hubieras roto el corazón ella no estaría muerta! ¡ESTARÍA CONMIGO!
Se acerca peligrosamente a su hermano que está asombrado por lo que acaba de decir.
–¿Cómo? –pregunta Jack incrédulo.
–Vos lo estropeaste todo. La ilusionaste y luego la dejaste como si fuera un juguete del cual te cansaste. Si tan solo se hubiera quedado conmigo nada de esto estaría pasando. ¡Ella sería la persona más feliz del mundo!
Se abalanza sobre su hermanastro sin dejarle responder. Comienzan a golpearse mientras se siguen gritando. Dan vueltas por el salón y en un mal movimiento de Jack, Joseph, consigue empujalro y al caer da su nuca contra la punta de un mueble. Cae al suelo inconsciente, sin vida.
Joseph se arrodilla junto al cuerpo de su hermano observándolo con desprecio. Se queda allí un momento más hasta que se da cuenta que su padre iba a llegar en cualquier momento, los domingos son los días que su padre lo visita. Trata de esconder el cuerpo inerte de su hermano pero es inútil, además, la sangre se está desparramando por la alfombra, es imposible que pueda limpiar algo.
Nuevamente se escucha el ruido de la puerta cerrarse.
–¿Qué... Qué sucedió? –habla Paul, su padre adoptivo, sin poder creer lo que está viendo.
Joseph se limita a volverse nuevamente hacia Jack y vuelve a repetirle.
–Todo es tu culpa.
Paul toma del brazo a su hijo y lo gira.
–¡¿Qué hiciste, Joseph, qué hiciste?!
Su hijo se safa del agarre y lo enfrenta.
–¡De no haber sido por él, ella seguiría acá! ¡Seguiría acá con la persona que más la ama en el mundo! –grita llorando.
Paul lo mira con tristeza y desepción sin creer todavía lo que está pasando. Joseph lo ignora y se acerca una vez más al balcón. Mira otra vez a su amada, ahora rodeada de coches policiales y ambulancias.
–Si no te pude tener a mi lado estando viva lo haré en la otra vida mi amor.
Y se lanza al vacío estirando sus brazos y sonriendo plácidamente como si estuviera a punto de cumplir un sueño. El hombre que lo había criado toda su vida corre intentando evitar que el único hijo que le queda se suicide. Pero era demaciado tarde, fue inútil.
Paul desbastado se acerca al borde del balcón y puede contemplar una escena desgarradora: dos cuerpos que yacían juntos, sin vida, uno causa del sueño desesperado de que el amor que nunca le correspondió se haga real en otra vida, y el otro, causa de una traición que ni la muerte iba a aminorar su dolor.
***
Escrito junto a Julietaaah

ESTÁS LEYENDO
Historias Cortas
Short StoryHistorias cortas de cualquier cosa que no tienen relación entre ellas, no hay mucho más para decir