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"Harry, ni siquiera quiero celebrarlo." Insistió él, dejando caer su cabeza en sus brazos.

"Niall, bebé, lo vas a celebrar. Aunque no quieras." Volví a repetir.

"Harry..."

"Harry nada. Pasaré por ti temprano, así que quiero que estés listo." Niall resopló, pero supe que por dentro él estaba feliz.

***

"Paso por ti a las 12, Ni. No puedo esperar a verte." Eran las 9 de la mañana, y esperaba que Niall ya estuviese despierto.

Era su cumpleaños, y creo que yo estaba mucho más emocionado por ello, que él.

Saldría temprano a comprarle un regalo para darle frente a mi hermana y mi madre, ya que el regalo más grande, levantaría sospechas.

"Bien, llegaré a la 1:30, y traeré la comida y algo de postre." Dijo mi madre, parándose en la puerta. "¿Tienes suficiente dinero para su regalo?" Preguntó por décima vez en el día.

"Sí mamá, descuida." Le aseguré.

Según mi madre, Niall y yo nos habíamos vuelto más cercanos desde las vacaciones, y ella se daba los méritos por habernos hecho hablar y resolver las cosas. Si ella supiese que en realidad, gracias a ella Niall y yo habiamos conseguido ser novios, y que lo de "ser más unidos" no era sólo amistad...

"Qué bueno que Niall te tiene a ti, Harry." No pude evitar sonreír. "Parece que eres el único amigo que en realidad se preocupa por él." Ella me sonrió. "Estoy orgullosa de ti."

Me aclaré la garganta, mientras evitaba hacer comentarios. Pero no pude evitar sentirme feliz por escuchar a mi madre decir esto. Se despidió de mí con su mano, y se fue. Gemms estaba en su cuarto, pero no hacía ruido, así que supuse que estaría dormida aún.

Me quedé ahí acostado unos minutos más, hasta que decidí levantarme y arreglarme. No me tomó más de media hora, y cuando estuve listo, tomé las llaves de mi auto y salí a comprar las últimas cosas necesarias para Niall.

Conduje por un par de minutos hasta que llegué al centro comercial. Hace unos días había visto algo que sabía que a Niall le iba a encantar si se lo regalaba. O al menos, eso era lo que esperaba. Así que esa fue la primera tienda en la que entré.

Le pregunté a la chica detrás de la caja registradora si podía darme ese "algo", y ella sonrió y asintió, me dio el precio final y pagué por ello. Antes de que ella pudiera decir algo, salí de la tienda y busqué otra, a fin de encontrar alguna que vendiese algo más que me gustase para Niall.

Puse todo en la cajuela del auto una vez que terminé de comprar, y vi que faltaban treinta minutos para las doce, así que decidí comprar algo ligero para comer e ir a la casa de Niall.

Me aseguré de ocultar todo muy bien para que no pudiera ver lo que acababa de comprar, y actué como si nada hubiera sucedido cuando estaba en la puerta de su casa.

Tan pronto como abrió la puerta, salté hacia él y casi caímos al suelo.

"Feliz cumpleaños bebé." Lo abracé tan fuerte que tuve miedo de hacerle daño.

"Gracias, Harry". Ocultó su rostro sobre mi pecho, y yo sonreí, besando un lado de su cabeza.

"No sé si ya desayunaste, pero te compré café y un pastelito de Starbucks". Lo separé tan sólo un poco de mí, a la distancia de mis brazos, y vi que estaba sonrojado.

"Sabes que no tenías que hacerlo". Él dijo, mirándome. Suspiré. "Pero lo aceptaré." Dijo apresuradamente.

Sonreí y lo apuré un poco para que saliera de su casa después de cerrar todo con llave y saltar dentro de mi auto.

Hot N' Hard ||n.s.|| AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora