AVISO: Este capítulo contiene escenas muy subidas de tono y explícitas.
— ¿Qué haces tú aquí? — pregunté deseando que Connor dijera que venía a traer a un niño porque era su niñero, chófer o... cualquier cosa excepto que era él el hijo de mi padre, o sea, mi hermanastro.
Connor me miró de arriba abajo con una de sus perfectas cejas enarcadas.
Creedme cuando os digo que deseaba que fuera el niñero del supuesto hijo de mi padre, o que fuera el primo del chico o lo que fuera.
Connor abrió la boca pero la cerró instantáneamente, esto era tan confuso para él como para mí.
— He venido a buscar a mi padre — dijo al fin.
— No me digas, genio — ¿pensaba que era estúpida?
Sus hombros estaban tensos y recordé lo relajado que había estado cuando nos estábamos besando en su coche. Probablemente no podríamos repetir esa escena de nuevo, una verdadera lástima, porque me entenderíais si tuvierais a un chico como este delante de vosotros.
— ¿Cómo sabes que es tu padre? ¿Cómo sabemos que no vienes a por su dinero? ¿Eh? — las preguntas no dejaban de formularse en mi cabeza y sentía que un nudo se formaba en mi estómago, cerré los ojos.
— Yo tampoco quería esto, pero lo siento, compartimos un padre, preciosa y vas a tener que superar lo de la otra noche.
Abrí los ojos y Connor guiñó su ojo izquierdo, tengo que admitir que eso hizo que mis piernas dejaran de funcionar.
Soltó una pequeña risa y entonces supe que se estaba riendo de mí el muy imbécil. Me di la vuelta con la intención de salir de la cocina y subir a mi habitación, pero en ese preciso instante Connor me dio la vuelta y me llevó a la pared más cercana a nosotros y comenzó a besarme desenfrenadamente. Intenté apartarlo pero su peso era notablemente mayor que el mío y mis empujones no servían de nada, así que decidí que me iba a permitir que mi hermanastro me besara en la cocina, sí, en la misma cocina en la que podían entrar cualquier miembro de mi familia, lo cual resultaría ciertamente incómodo.
Lo creáis o no fui yo la que finalizó el beso, no quería problemas y mucho menos que me vieran de esa forma con el chico con el que comparto un padre. Le di un empujón que no correspondía con mi poca fuerza, no hice que Connor se cayera ni nada por el estilo, pero sí que conseguí desestabilizarlo un poco, lo que me dio el tiempo suficiente para irme al otro lado de la cocina, justo antes de que mi padre entrara por la puerta. Dios, ¿os imagináis que nos llega a ver? Me hubiera muerto allí en medio.
Papá estaba sonriente, pero sabía por experiencia que esa sonrisa no era natural sino que era más forzada que el beso de buenas noches que me obligaban a darle a la asquerosa que se acostaba con mi padre.
— ¿Ya os habéis presentado? — dijo caminando hacia el lado de la cocina en el que me encontraba, pasó una mano por mi espalda y, literalmente, me arrastró hacia el lado donde estaba Connor. — ¡Venga, hombre! Dale dos besos a tu hermana. — me empujó y mis manos acabaron en el abdomen de Connor, tardé bastante en quitarlas, qué queréis, disfruté aquel tacto.
Nos dimos dos besos y nos presentamos como si no nos conociéramos de nada, ese era el plan: actuar como si solo fuera un hijo de mi padre y nada más.
Aparentaba ser un plan fácil, pero saber que el cuerpazo de ese chico dormiría unas puestas más allá de la mía era una tentación. ¿Quién me decía que no iría por la noche a su dormitorio? Bueno, me he pasado, eso parece de acosadora, pero ya me entendéis, esto no era normal, mi hermanastro me atraía de una forma casi incontrolable y tendría que aguantarme.

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Going To Hell
RomanceA veces la que parece la pareja perfecta no es la adecuada. Que se lo digan a Scarlett, ella sabe mejor que nadie que quizás por mucho que quieras algo, ese algo no esté hecho para ti. Scarlett pensaba que pasar el resto de su vida con Zach era lo...