#3 • Pagarás las consecuencias

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Atagarious sonrió llena de malicia. Después de hacer tronar sus dedos, Chat Noir abrió instantáneamente los ojos, los cuales se habían vuelto completamente negros.

-¿Mamá…? -habló el pobre con voz débil, mientras alzaba la mano para acariciar la mejilla de Ladybug-

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-¿Mamá…? -habló el pobre con voz débil, mientras alzaba la mano para acariciar la mejilla de Ladybug-.

“¿Mamá?” pensó confundida. Claramente algo no estaba bien.

-¡Mamá! -repitió sorprendido-. ¡Mamá eres tú!¡Estás aquí!.

Al parecer el hechizo había hecho que Chat Noir empezara a imaginar cosas. “¿Acaso Chat perdió a su madre?” pensó Ladybug. La verdad es que no sabía nada sobre su vida privada.

-¡Chaton despierta! No soy tu madre.. soy Ladybug ¡mírame bien! -dijo separándose de él-. ¡Estás atrapado en un sueño!.

Pero todo era en vano.

“¡Mamá!¡Mamá te extrañé demasiado!” decía una y otra vez lleno de espesas lágrimas obscuras, que escurrían de sus ojos. La chica comenzó a sentir lástima por él ya que jamás lo había visto llorar tan desconsoladamente.

Atagarious se dio cuenta de que podía aprovecharse de la situación para cumplir la misión que Hawkmoth le había asignado. Lo lograría a base de chantajes.

-Chat Noir.. amas a tu madre ¿no es así?.

-D-demasiado… -dijo, limpiándose las lágrimas que había derramado-.

-Si me entregas tu Miraculous prometo hacer que se quede contigo, para siempre..

Era una malvada astuta.

Ladybug se congeló tras oír eso. Sabía que Chat no estaba en sus cinco sentidos y que haría cualquier cosa, sin importar que tan arriesgado fuera. Cuando vio que el chico comenzaba a sacarse el anillo actuó rápido y le lanzó su yoyo para tomarlo de ambas manos e inhabilitarlo.

-¡Espera no lo hagas! ¡Es una trampa entiende! -gritó-.

-Pero mamá… ¿acaso no quieres estar conmigo?.. -le respondió con los ojos llorosos-.

Sintió que se le partía el alma. “¿Qué se supone que debo hacer?” pensó, aún teniéndolo con las manos atadas. No podía lastimarlo o luchar contra él, al menos no en el estado en el que se encontraba. Así que decidió seguir con la corriente.

-¿Chat por qué no jugamos a a-algo?.. como cuando eras pequeño.. -dijo, tirando lentamente del lazo para acercarlo hacia ella-.

El chico, sin resistirse, la observaba fijamente a través de esos grandes ojos negros.

-¿Jugar a qué?.. -preguntó-.

-Uuh.. p-pues.. ¿qué te parece a las e-escondidas?..

Chat Noir asintió con la cabeza, sin soltar ninguna palabra. Se veía perdido, como un pequeño niño de 8 años. Ladybug se sintió aliviada al ver que su idea estaba funcionando. Sólo quería ponerlo a salvo. Cuando por fin estuvieron frente a frente, tomo su cara con ambas manos y le dijo que corriera lejos a ocultarse. Después de darle un último abrazo, salió huyendo sin voltear la mirada.

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