Capítulo 10.- Delete memories

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Victor Jegger

— Trabajar y estudiar en la ciudad... —comenté con sorpresa antes las palabras de mi tío.

— Si, podrías hospedarte en mi casa o si quieres te puedo comprar un departamento —expresó mi tío esperando una respuesta.

— Pero, ¿Por qué?

Suspiró: —no he tenido hijos porque solo me la he pasado viviendo de mujeres, alcohol, todo por sumirme en la tacañería, no sé porque me convertí en lo que soy ahora, pero... quiero cambiar y la mejor forma es empezar ayudando a mis seres queridos, dando de lo que me sobra, ya estoy viejo y si no tengo a nadie, para que van a servir tanto años de trabajo para conseguir todos los bienes que tengo ahora, no quiero que se tiren a la basura, quiero que alguien los disfrute.

— Y por eso quieres que vaya contigo a la ciudad.

Asintió.

— Te pagaré tu educación y te daré un trabajo en mi empresa, que más necesitarían, aparte de eso le daré bienes a tus padres y les ayudaré a montar una empresa que distribuya sus cultivos por todo este pueblo e incluso si necesitan más, podría ser hasta por toda la ciudad.

Lo miré con sorpresa antes sus palabras, quien diría que el viejo tacaño cambiaria de parecer con el tiempo, seguro se cayó de su lujosa azotea y quedó mal de la cabeza o algo porque esos cambios repentinos no son normales.

Lo pensé durante unos minutos, a él no parecía molestarle esperar por mi respuestas.

— Nosotros no estamos teniendo una mala vida aquí, tampoco necesitamos tu compasión o algo así —lo miré con duda.

— No les ofrezco mi compasión, es increíble que les vaya bien observando la mediocridad de este pueblo —mi dudosa mirada cambió a una de enojo por la forma en cómo se refería al pueblo —. Pero, acaso no les gustaría estar viviendo en algo mucho mejor que esto, yo sé que en el fondo tu deseas algo mejor, eres joven Victor.

"Si voy a la ciudad probablemente..."

— Está bien —acepté sin más —. Pero antes quiero investigar algunas cosas y luego me iré contigo ¿crees que puedas esperar?

— Por supuesto, no me molestia quedarme a comer la deliciosa comida de tu madre y a escuchar los chistes de tu padre —su cara se arrugó por la gran sonrisa que ahora portaba.

Asentí y él se marchó de mi habitación.

Eran demasiadas cosas para procesarlas en poco tiempo, pero la decisión ya estaba tomada.

***

Rose Hermings

— ¿Qué hace una chica tan linda sentada sola? — Una voz masculina habló al frente mío, levanté la mirada y me encontré con un muchacho muy alto, la luz de colores me impedía verlo con exactitud.

— Pues, me gusta estar aquí —respondí cortante y volví mi atención al refresco que llevaba en la mano.

— En una fiesta bebiendo refresco, es difícil encontrar a una chica así —sonrió y con toda la confianza del mundo se sentó en la silla que estaba al frente de mí en la mesa.

— Solo no me quiero emborrachar —intenté poner un tono de voz que le diera a entender que no quería hablar con él.

— ¿Has tenido alguna mala experiencia? —insistió en sacar tema de conversación.

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⏰ Última actualización: May 12, 2018 ⏰

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