Rose Hermings
Miré a mi alrededor, Floried se encontraba leyendo un libro, Lucy estaba entretenida con su celular, Estefany como siempre en el computador y yo seguía estudiando, todo estaba normal, aunque ya mi mente se hallaba agotada, tomé mi pequeño álbum de fotografías y comencé a mirar cada foto, recordando lindos momentos, la mayoría de las fotos de mi niñez estaban en un ambiente hogareño ya que casi no salía al exterior, bueno, solo a jugar con... Victor, avancé un poco las hojas buscando una foto de él, encontré una nuestra, en esa estábamos en mi casa y yo le pedí tomarnos una fotografía juntos, se veía tan lindo, me encantada su sonrisa, pero no valía la pena seguir dolida por él, porque si me ataba a sus encantos, nunca podría ser libre como una mariposa, él era un chico conformista y yo una chica de grandes sueños.
Me recosté sobre mi cama abrazando el álbum, la cena aún no llegaba a nuestra habitación, así que durante la espera decidí dormir un poco.
— ¡Rose, despierta! —recibí un almohadazo en la cara por parte de Lucy, ya esto era una rutina. —La cena llegó —recalcó.
Estrujé mis ojos para sacarme las lagañas, lo sé dirán "Ay guacuala", pero sería más asqueroso si me las dejara.
Lucy también fue a despertar a Floried, pero no le pegó como a mí, empecé a comer mi cena con lentitud, la cena estaba muy buena y tenía que disfrutarla. Estefany se estaba riendo sola, seguro quedó loca de tanto computador, seguí cenando ignorándola, pero Lucy también empezó a reírse sola incluso hubo en un momento en el que se le salió la comida de la boca las miré con el semblante interrogante.
— ¿Qué es tan chistoso? podrían contarnos a Floried y a mí, digo, para que también nosotras nos riamos —admito que parecía un profesor aguafiestas hablando de esa forma.
— Pueden creer que Rose llegó aquí hace poco tiempo y ya se ganó nuestra confianza, además porque rayos la cena llegó tan tarde, son las 10:30 pm —comentó Lucy excepcionandome.
— Sí, recuerdo que no éramos tan confianzudas, digo, al principio ni siquiera confiábamos en Floried, pero con el tiempo la convertimos en nuestra amiga —dictó Estefany limpiándose con una servilleta.
— Y eso es ¿gracioso? —Floried las miró como si fueran estúpidas, aunque ella solía mirar a todo el mundo de esa forma.
— Para mí sí, es decir, hemos cambiado mucho —Lucy sonría con bastante felicidad.
— Sigo sin encontrar el chiste —insistió Floried.
— Aburrida —Lucy la miró aún sonriente y mi amiga pelirroja la fulminó con la mirada.
Terminamos de comer, reposamos y luego nos turnamos para ducharnos, nos fuimos a la cama, para empezar otro día de escuela.
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Me Obligaste A Recordarte
Romance¿Qué sucedería si despertarses cada mañana viendo a las personas cumplir con la misma labor? Ver como sus vidas no abarca más que escenas repetidas y que tu quieras ser más que eso, así es Rose Hermings una joven que decide dejar atrás a su pueblo n...