El fin de los 8 mundos - TheFenixHdz

Capítulo 11 - Silenció

Osiel se encontraba desesperado, ya intento varias veces ponerse de pie no hayaba la forma de pararse. Si se apoyaba en alguna parte perdería fuerza en las manos y caería, asi que empezo a arrastrarse, la bata del hospital que tenia puesta se arrugaba al arrastrarse igual sus partes de su cuerpo se raspaba con el piso. Su espalda se apoyo con la puerta y así agarro el picaporte de la puerta, al abrir la puerta su espalda cayó al piso.

Las luces soltaban chispas de electrcidad, se apagaban y prendian. Osiel le seguía temblando la mano y el sonido de un extraño monstruo seguía sonando.

Ciudad

–En el quinto edificio del este, lado izquierdo, hay calor –Menciona Oliver que gracias a sus poderes de Fénix detecta señales de calor.

–Hay otro en el segundo edificio del norte, lado izquierdo y otros en el oeste séptimo edificio a la derecha.

– Nos dividiremos, tu al tuyo y yo al mio intentaré hacer algo en el sur, ¿El niño?

– El se queda conmigo, nos veremos en el último edificio, fue un placer verte de nuevo.

– Escucha si al niño le pasa algo, será tu culpa. – Oliver le susurra en el oído.

– Vete ya.

Edificio donde se encontraba Ángel

Angel: Perfecto, ahora esa gente de ahí esta atrapada necesita de nuestra ayuda en esa oficina arriba, hay otra en el baño y otra están intentando subir al tejado en total son tres.

Jack: ¿Tres?(extendiendo sus dedos y contando cuanto es tres) Valla situación ¿eh?( le enseña su mano la cual tenía 4 dedos extendidos)

Angel (Risa de Ángel) .
le baja un dedo a Jack haciendo extender tres dedos) estos son tres. ¿Qué hace un niño aquí?; Valla niño que eres ¿eh?, Dime Ángel no me digas señor. Detrás de mí y.. (mirando alrededor) no encuentro nada para que te defiendas, sabes (Ángel se arranca la nanotecnología de la pierna para convertirla en un cuchillo) no te alejes demasiado porque se desintegrar ( Ángel piensa: que estoy haciendo dándole un cuchillo a un niño).

El otro lado de la ciudad

Luis ya había acabado con todas la bestias, ya no sonaban gritos solamente el chiflido del viento y con ellas pequeños pedazos de basura moviéndose por el suelo.

Luis saca un auricular con micrófono de su bolsillo, y se lo pone

–Esto, ¿esto realmente funciona? – Dijo Luis al aire –¿Hola? ¿Denis?.

–Hola –responde Denis –¿Cómo estás? .

–Bien ¿Cómo estas tu?.

– La reina se niega a resguardarse quiere peliar junto a sus hombres, ya le intente convencer pero se rehúsa.

–Aquí ya es un completó silencio.

Hospital

Osiel bajaba las escaleras, unas escaleras de caracol con un patrón de cuadrados azul oscuro y azul celeste, sentado como un bebé con mucho cuidado y silencio bajando las escaleras las cuales estaban frias, Una cosa lo estaba siguendo, la cosa tumbaba todas las cosas de arriba, se escuchaban caer camillas, pequeños objetos entre otras cosas, cada vez se escuchaba más cercas. Osiel intuía que el ruido se escuchaba por el séptimo piso y el andaba casi llegando al tercero, una bestia bajaba la escalera, Osiel apretó sus labios para no provocar ni el mínimo ruido, sudaba demasiado y aún no podia caminar. Lo único en lo que pensaba era el silencio.
L

a bestia bajaba se acercaba le faltaba un piso por llegar con Osiel.
Al seguir abajo había un pasillo oscuro con una que otra luz y de ahí venía caminando una persona, su silueta se veía de una mujer. No sabia para dónde ir hacia arriba con algo que no conocía y hacia un ruido extraño o ir hacia abajo con algo familiarizado pero que no sabría que lo llevaría a la muerte.
Osiel inténta ponerse de pie gracias a la barandilla, todo su sudor se pegó a la barandilla, llegar con la mujer misteriosa fue su decisión, pero no tiene la suficiente fuerza para poder pararse así que cae, ocasionando dolor por caer varias veces en el camino y a la vez rodó por toda la escaleras. La mujer se acerca más rapido, Osiel extiende la mano.

–El plan era ser silenciosos –explicó la mujer.

–El mio es salir de aquí –respondio Osiel.

Una manada de gritos provenian de arriba. La mujer pasa la mano de Osiel por su cuello para poder llevarlo a un lugar seguro.

–No dudo que sea bueno ese plan también podría funcionar.

El silencio es el ruido más fuerte, que me atrevería desir que ya es un idioma