El fin de los 8 mundos - TheFenixHdz

Capítulo Extra - Madre

(Esté capítulo será narrado en primera persona)
Osiel: Enserio, odio este día, de los peores. No sé por qué lo hizo pero no la criticare cada quien tiene sus razones.
Hoy es el día de las madres, diez de mayo aparte es entrega de calificaciones y siendo el día que es no tengo muchas esperanzas. Me levante y me prepare de desayunar mi presupuesto no era el más alto así que la mayoría de las veces era cereal. A veces la veo por la casa aunque se que no es ella que es un simple recuerdo. Los primeros días los pase con mi tía pero al momento de crecer desidi volver aquí, tuve que buscar trabajo para mantener la casa aunque a veces mi tía me ayuda a mantenerla. Ojalá y mi mamá estuviera aquí para verme, no es de todo mi casa pero ¿quien es el que la mantiene? Yo lo soy. Este día será un golpe de recuerdos.

Llegue a la escuela y nada más llegar nos entregaron las calificaciones, Había sacado puros díez, otra vez. El profesor me felicito nunca había faltado, los trabajos hechos a tiempo y demasiado orden en el salón de clases. Esto me debería de alegrar el día pero es una simple hoja, ¿encerio hay gente que falla en esto? Tan sencillo es leer.
El profesor me dijo que me podía ir ya que me lo merecía, no sabría que hacer en todo el día si aquí es donde me la paso la mayoría del tiempo. Salí y por alguna razón esperé a mi mamá, como si tuviera una estrella en la frente.

Salí a comer a festejar supuestamente, el psicólogo me dijo que debería de festejar si sacaba pasaban cosas buenas y buenas calificaciones era una de esas, ya me estoy cansando de venir a este restaurante que me recomendó. Debería de sacar una pistola y matarme en este momento. Lo que no sabe el psicólogo es que aquí venía con mi madre incluso dejamos nuestra marca en la mesa de la esquina justo en donde estoy sentado, un siempre juntos.

Fui al parque después de ir a comer y me subí a un columpio pensé que sería de mi futuro, no tengo a nadie, no querría suicidarme eso sería demasiado ridículo, estúpido, inútil. Me moriría salvando a alguien así seria una buena manera en que sepan quien soy, un héroe. Pensé en quedarme en el columpio todo el día pero un niño me quito y derrepente se lleno de niños.

Fui al edificio donde a mi mamá y a mi nos encantaba ir, unas hermosas vistas.

Madre te escribo esta carta hoy que soy un hombre diferente.

He cambiado, he crecido, he aprendido y he madurado mucho desde que te fuiste. Ya ha pasado el tiempo suficiente para sanar las heridas que dejó tu ausencia y hoy entiendo muchas cosas que en ese momento no entendía. Hoy tengo una consciencia diferente. Hoy tengo tanto que agradecerte.

Gracias por todas esas noches que te desvelé con mi llanto y tú sin quejarte te levantaste las veces necesarias para alimentarme, abrazarme y consolarme no sabría cuanto aguantarías.

Gracias por las noches que me dejabas dormir contigo y sentir tus abrazos que me calmaban cuando las pesadillas me despertaban en medio de la noche.

Gracias por tus agüitas, por las galletas de soda y por los caldos que me dabas cuando me enfermaba.

Gracias por todas las madrugadas que me esperaste sin poder dormir mientras yo salía con mis amigos y aprendía de la vida en medio de la calmada locura de mi niñez.

Gracias por cada consejo, por cada abrazo, por cada regaño.

Gracias sin preguntar demasiado, encontrabas la manera de distraerme y hacerme sentir mejor.

Gracias porque cada viaje que hice sin ti era una despedida dolorosa aunque llena de amor y libertad.

Hoy te agradezco infinitamente el darme la libertad y la confianza para permitirme equivocarme, caer y levantarme. Seguro esas caídas, equivocaciones, miedos, tristezas y frustraciones te dolían más a ti que a mí y aun así, preferiste dejarme aprender a mi manera.

Gracias por permitirme Crecer y Ser

Me faltó decirte algo.

Me faltó decirte que te iba a extrañar por el resto de mi vida. Que aprendería a vivir sin ti aunque extrañaría tus abrazos, tu voz en las mañanas, tus cuidados y tus sabios consejos.

Me faltó decirte que amaba las cosas más sencillas de nuestra vida juntas.

Amaba cuando madrugábamos para salir a desayunar.

Amaba nuestros almuerzos en tu cama mientras veíamos televisión.

Amaba aprenderme esas canciones de tu cantante favorito sin siquiera entender lo que decían ni quien eran, cantarlas contigo todo el día por toda la casa.

Amaba cuando nos reíamos todos a carcajadas y terminábamos llorando de la risa con un simple juego de mesa, tu sonrisa era la mejor de todas creeme.

Amaba los largos viajes en carro e ir cantando junto contigo.

Amaba sentarnos horas a ver fotos, de esas que todavía se imprimían, y a escogerlas para pegarlas en el álbum.

Amaba que contigo las palabras no eran necesarias porque sólo con mirarme lo sabías todo.

Creo que mi día acaba aquí regresaré a mi casa ya mañana es otro día y tendré que enfrentarlo.

Al salir del edificio un hombre alto y fuerte me detuvo me dijo su nombre Víctor se llamaba me dijo que Ángel me buscaba. Ángel Rangel me buscaba, no podía creerlo.
Mencionaron que mi profesor me recomendó para trabajar con él y el salario no era nada malo, pero por favor estamos hablando de Ángel Rangel.

No podía de dejar de pensar en lo que pasó, en cuanto mejoraría mi vida, tendría que destacar. Antes de dormir y dejando a lado lo del nuevo trabajo quiero decir que la frase "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" Eso no es verdad "siempre supiste lo que tenias pero pensabas que nunca los ibas a perder" Cuiden mucho a su familia, no sabes cuanto te extraño y te amo madre.