100. Cuesta Superar

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En la mañana me vestí con un pantalón negro y una blusa ligera de color blanco de maga larga con una botines negros, hacia frío pero no quería salir

—Buenos días —hablo Jeremías detrás de mi

—Buenos días —tome el teléfono de mi bolso y les seguí

—Iremos por el bebé ¿Quieres ir?

—Mejor me quedo a hacer el desayuno tengo que tomar mi médicamento —sonrei

—Insisto quiero que vengas con nosotros —hablo Rafael esta vez

—No tengo mucha ganas de salir, aquí los espero —me senté en el comedor

—Bien pero vas te vale darnos algo bueno de comer —menciono antes de salir

—No le hagas caso —me susurro Jeremías

Ya después se fueron asi que hice unos panqueques (siempre son la salida fácil) y me senté a comer junto con varias cosas que me parecieron bien agregarle

Revise mi teléfono y no tenía nada, me sentía mal al no saber nada de nadie, ¿Acaso podría ver a Ford algunas vez? Últimamente estoy pensando demaciado en el de nuevo, cuando necesito verlo

Ya habían pasado unas horas así que me senté en mi cuarto a tocar un poco de guitarra, quería practicar y pensar eso que una vez le prometí a Ford "si hay tiempo lo haré" nunca hubo tiempo pero supongo que es hora de hacerlo

Escuché que la puerta se abría, un pequeño lloriqueo hizo levantarme de la cama de un movimiento, corriendo abrí la puerta y miré a Jeremías frente a Rafael sonriendo mientras abría la puerta

—¿Y el bebé? —dije sonriente, ya quería conocerle

—Aqui —mostro Rafael con una pequeña cobija gris

—_______ me das un minuto —jeremias me tomo del brazo ligeramente

—Claro, ¿Sucede algo?

—Eh.. si, mira resultó que el bebé es.. niña —me dijo mientras Rafael entraba al cuarto donde la pondría a dormir

—¿Niña? —dije boquiabierta

—Si..

—¿Cómo se llama? —trate de disimular mi sorpresa

—Stella —sonrio mirando hacia por donde se fue Rafael

—¿Puedo abrazarla? —pregunte caminando al cuarto detrás de Jeremías

—Claro que si, mientras le hacemos su biberón —acenti y camine hacia Rafael quien me la dió lentamente

«Podria yo estar abrazando una pequeña igual» mis ojos se comenzaron a cristalizar pero con la manga de mi suéter las limpiaba

—Que linda eres, Stella —sonrei mirándola que tenía los ojos cerrados aún dormida

Deceaba tanto tener una niña, ¿Qué nombre le abría dejado? Tantas cosas que hubieran cambiado si Ford y yo no hayamos confiado en ese chico de un solo ojo, estúpido tringulum ¿Por que le creí en primer lugar?

—_______... —susurro Jeremías mientras me voltee aún llorando un poco

—Lo lamento, no debí dejarte sola con ella; te sientes mal aún lo comprendo —dijo abrazando a la niña

—Soy una tonta —me apoye en el hombro de Jeremías mientras lloraba

—Todo estará bien, Ford y tú pueden tener otra —acaricio mi cabello— cuando menos lo esperen tendrán muchos hijos —rio

Mi Aguafiestas T.3 «Ford & Tu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora