Mi Aguafiestas T.3 «Ford & Tu»

127. la despedida

Rafael, Jeremías y Stella salieron a la capital directo al aeropuerto para regresar a reino unido. Imagino la escusa que dirán para ocultar un "Un demonio nos secuestro con todo un pueblo en su poder".. eso me mataba de risa.

—Para la otra primero me avisan —bacilo Rafael cargando las maletas de Jeremías y Stella.

—Nos vemos pronto, pueden ir cuando quieran —sonrio Jeremías mientras Stella se despedirá de sus primos.

—Intentaremos pero aún no le cuento que le prohibieron subir a un avión —susurre algo apenada, ese asunto de querer quitar un día del calendario sonaba estúpido aún que era la primera buena causa que hacía desde que se volvió una piedra total.

—Eres la mejor, se que puedes resolverlo —contesto devuelta.

—Eso espero —suspire cuando Stanford llegó rodeando mis hombros.

—Que tengan buen viaje, lamento lo del demonio —rio Ford estrechando la mano de Jeremías.

—Ni lo menciones, espero que no haya daños secundarios.

—Los hay —siguio Ford— pero nos encargaremos.

—Solo cuida a _______, después de todo aún es como nuestra hija —llego Rafael abrazándome contra su pecho haciendo drama.

—Eso haré, tengo mucho que reponer después de veinte años —sonrio despidiéndose de ellos y yo de stella para ver qué subían al taxi.

Esa mañana todo el pueblo desde temprano estaba ayudando con el preparativo de la fiesta de los pequeños de la familia Pines, todos les tenían un gran aprecio y cariño. Todos los extrañariamos.

—Ford necesito ayuda —dije cargando varias cajas con regalos.

—Voy —rapido me ayudó con varias— ¿Las vas a envolver?.

—Si —solte las cajas sobre la mesa— solo necesito más papel para envolver —sonrei caminando a la salida y encontrando a Soos— buenos días.

—Buenos días, señora Pines. Traje más papel de regalo —sonrio cargando dos royos. Uno de estrellas y arcoiris y otra de pinos.

—Perfectos —sonrei cargandolos— Soos quiero que vallas a donde linda Susan y le preguntes cuanto más se va a tardar.

—A la orden —dijo haciendo un gesto militar y caminando a la salida.

—Te respeta mucho —comento Ford envolviendo la caja.

—Mas a Stanley y eso me sorprende —rei mirando que Stan llegaba con más cajas— estos chicos tendran más regalos que en navidad.

—Les demostraremos lo mucho que los queremos —sonrio tomando papel de regalo.

—Si.. —dije pérdida llevando las cajas a donde las escondíamos— despertarán en un rato, ¿Puedes llevar las cajas, Cariño? —le sonreí besando su mejilla.

—Solo dame diez minutos —Ladeo una sonrisa y acenti.

—Ire al pueblo por los boletos para los niños ¿Tienen algo de cambio? No quiero pasar por el cajero.

—Toma —me extendió Stan un par de billetes.

—Gracias —sonrei tomando las llaves y saliendo.

(...)

En cuanto los niños se levantaron los llevamos a dónde linda Susan para que desayunaran pero no se encontraba nadie más en la cafetería más que ella ya que todo el pueblo junto con Wendy y Soos decoraban la cabaña para la fiesta.