106. No queda de otra

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Mí regreso a la cabaña hizo que me estremeciera, me sentía hueca por dentro además de que siempre que venía a este lugar lo único que venía a mi mente era la palabra Stanford

Mi pecho dolía, también mi cabeza recordando todo aquello que había pasado que era malo, que era difícil recordarlo aunque una pequeña lágrima recorrió mi mejilla aún sentía dolor, aún sentía miles de cosas al ver esa simple cabaña en medio del bosque, mi mirada se perdía en los arbustos mientras el auto estacionaba frente a ella ¿acaso está esperando que salga de ahí?.. porque por lo más ridículo que sonará a una parte de mí, una pequeña parte esperaba que sucediera aunque doliera yo sabía que nunca iba a pasar

Stan me miró de forma algo triste, sabe que me siento mal y no hay nada que cambie eso, sabe que aún Espero que salga de sus estúpidos arbustos; no puedo quitarme la idea de la cabeza, no puedo seguir con esto Aunque debo superarlo mi mente está allá y en cualquier momento si no fuera que una de sus manos tocó mi hombro sonriéndome alegremente, alegremente no realmente lo hizo de una manera reconfortante haciendo que ese hueco se llenará temporalmente

Mi mente estaba más nublada que los días actuales en Oregón, mis pensamientos me dejaban muda en medio de una conversación ¿Por que me tenía que suceder esto?, Si, mi vida había cambiado repentinamente desde que nerd, cabellos cafés o ojos azules se fue de mi vida y aunque tratara de regresarlo era demaciado tarde o difícil ya que sin esos diarios toda pisca de esperanza era inexistente

Toda esa tarde mire esa ventana vacía que notablemente no tenía cortinas por deseo de Stanley, pero yo soñé o mas bien yo pensaba que saldría de ahí algún día Dios quisiera que fuera pronto pero sé que no lo será ya que por desgracia no tengo esos diarios

La tarde transcurrió tranquila Aunque mi mente estuviera ocupada en otras cosas no deje de pensar un solo minuto, darle descanzo a mi cabeza hasta que mis ojos Se cerraron para descansar “Tenés que dormir de alguna manera” me reclamó Stan mientras me miraba aún sentada junto a esa ventana que el sabía que me estaba haciendo daño

Mis pesadillas eran tan repetitivas que de sobra sabía que iba a ocurrir aunque lo negará sabía que cipher me miraba, todo el tiempo vigilaba mis movimientos para ver si hacia algo en contra suyo, algo que no puedo hacer ya que sin esos diarios repito estoy más que desarmada

Esta mañana me levanté e hice mi propio desayuno, Stan estaba cansado por trabajar ayer hasta tarde organizando mercancía que llegó días antes y por esperarme no pudo hacerlo, me levanté poniéndome unos cómodos zapatos y me adentre al baño para bañarme rápido, sentía mi cabeza punsar ¿Por que siempre me tenían que pasar estas cosas? Por que tenía que sentir dolor cuando yo quería decir que solo eran cosas de mi cabeza sabiendo de sobra que estoy equivocada y es ese maldito demonio

¿Por que sigo engañando me?

Sali de la tina y me seque poniéndome un short de mezclilla, unos tenis blancos y un top negro para correr, necesitaba hacer ejercicio ya que eso limpiaba mi mente; me encamine a la puerta antes de salir desvíe la mirada a Stan que seguía dormido y prosegui a salir del cuarto camino a la sala por mi teléfono que eh de haber dejado ayer en la tarde

Lo tome y salí escuchando algo de música pero parecía el universo turturarme que cuando ponía aleatoria de una forma u otra terminaba escuchando la canción, nuestra canción .... The one of kodaline.... recuerdo que la escuchábamos mientras me decía pequeños alagos que yo respondía con risas y dándole uno que otro beso para que dejará de decirlos, sabía de sobra que me amaba pero siempre se esmero por recordarme lo

—Ya basta ______ —me quite los audífonos mientras me recargaba en un árbol— deja de pensar en ello... Se que estoy mal pero no solucionaremos nada recordando que no está

Mi Aguafiestas T.3 «Ford & Tu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora