Capítulo 1

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Esta fue la primera  vez que la vi, yo estaba pasando por el mundo terrenal a cumplir nuevamente mis obligaciones, un accidente automovilístico por allá. La miré,  estaba estática,  con la mirada cristalizada, sus finos y desordenados rizos divirtiéndose con el viento, arrugó la nariz al sentir el frío viento y  cerró con una mano su chaqueta ya que en la otra llevaba una copia del libro "El retrato de Dorian Gray" , cerró los ojos y cuando escuchó las sirenas de la ambulancia abrió los ojos de inmediato,  suspiró,  no tenía que hacer nada ahí, siguió trazando su camino. Yo ya había cumplido mis obligaciones, así que la seguí. Se detuvo y entró a una cafetería,  se sentó en una esquina, a lado de una ventana, el local estaba revestido de madera, haciéndolo cálido y tranquilo, inhale aquel olor a viejo, amargo con un toque dulzón,  supuse que era café,  desvíe mi vista nuevamente a ella, estaba haciendo su orden, sonrió a la mesera y ordenó un café. Su vista estaba fija en el libro ya abierto, sus ojos estaban inundados de intriga pero no tenía expresión alguna, levantó la vista y por un momento sentí que su mirada chocó con la mía, fue tonto pensar aquello, ella no podía verme, rebusco en su bolso y sacó aquel aparato, creo que lo llaman celular, miró la pantalla y se lo llevó a la oreja, se que está mal escuchar conversaciones ajenas pero, algo me atraía a ella, a mirarla, a escucharla,  a sentirla y quería saber más de ella, la curiosidad me derrumbaba.

-Sí,  hubo un accidente a dos calles de la cafetería. No todo está bien,  llegaré a casa en media hora. Suspiró - si, llegaré bien,  bye, un beso. Y colgó el aparato.

Terminó su café, pidió la cuenta y dejo el dinero, se paró y pasó por mi lado con paso apresurado, sentí un aroma inconfundible mente a vainilla.  La observaba a distancia, seguía sus cortos pasos, llegó a una bonita casa, inmensa a decir verdad,  pero se veía cálida,  sacó las llaves y abrió la puerta, entró y yo estaba en una pelea conmigo mismo, debatiendo  si debía entrar o no,  decidí entrar y seguirla,  subió las escaleras rápidamente,  entró a un enorme dormitorio y se sentó en la enorme cama, que era ocupada por una señora,  de nariz pequeña igual a ella, supuse que era su madre.

-____ querida mía. ¿Qué son estas horas de llegar? - hablo la señora sonriendole.

- Perdón mamá,  fui por un café y me entretuve leyendo- dijo en un tono dulce y levantando los hombros, se veía tan natural, tan dulce y frágil.

- Y mamá,  tengo 20 años,  creo que puedo cuidarme sola. Iré a ver a Stephan - sonrió a su madre le dio un beso en la frente y salió del dormitorio.

Subió un piso más, apresuradamente cerró la puerta de golpe, yo no sabía que hacer, ¿debía ser visible ante sus ojos?, mi mente estaba confusa ¿Con qué estaba lidiando? no podía comprender.  Cerré mis ojos con fuerza, todo esto era nuevo para mi, aquella sensación de confusión, sentía algo en mi pecho, pero dereepente, sentí un llamado, otra vez tenía que cumplir mis obligaciones, suspiré y abrí mis ojos, ante mi estaba ella. Arrodillada ante un cuerpo inmóvil.

No, no Stephan, ¿qué hiciste?- gritaba.

Yo no podía verla así y no podía llevármelo,  veía que a ella le importaba. Mis pensamientos me inundaban,  estaba confundido, ¿ Debía hablarle, debía hacerme visible ante ella?

FIND WHAT YOU LOVE AND LET IT KILL YOU. Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora