LO BUENO |Navia|

|CAMBIO|

Últimamente siento que todos mis días son un disco rayado.

Toldos los días hago misiones.
Todos los días peleó.
Todos los día hago un escándalo.

Normalmente no tengo problema con eso, no cambiaría a mi familia. Y tampoco cambiaría lo que soy.

—¿Natsu hoy iremos al gremio?—

—Claro que si Happy— tampoco cambiaría a mi fiel compañero de haventura.

Me aliste como normalmente lo hago y salí de la casa junto con mi querido amigo.

—¡BUENOS DÍAS CHICOS!— Patie la puerta del gremio con gran intensidad y saludé a todos los que estaban presentes.

Caminé a la barra con mi característica sonrisa buscando un olor inconfundible para mí nariz de una forma que nadie notará a quien estaba buscando.

—Buenos días Natsu—

—Hola Mira, ¿Qué tal?—

—Todo bien gracias a Mavis. ¿Te sirvo algo?— me preguntó con una sonrisa en su rostro, algo nerviosa a mi parecer.

—No creó, solo buscaré una misión y me iré rápidamente— le dije muy normal. Me ponía triste no verla antes de irme pero ¿Qué podía hacer yo?.

—Ultimamente hás salido mucho de misión y nisiquiera necesitas el dinero— lo mire extrañado a lo que ella continuó.
—D-Digo, no alquilas casa como otros y la comida no es cara. ¿Por qué no te tomas unas vacaciones?— definitivamente estaba nerviosa, pero. ¿Por qué?

Antes que pudiera decir algo lo sentí.

Sentí su olor, ya había llegado, ya estaba ahí. No pude evitarlo y mi sonrisa se ensanchó aún más, Mira me veía con picardía cargada en sus ojos. Podría jurar que estoy más rojo que el cabello de Erza.
Veía como aquella persona se acerca a donde yo estoy y mis nervios aumentaron aún más. Al igual que la sonrisa de Mira.

—Buenos días Natsu-san, Mira-san— y ahí está esa dulce y hermosa voz.

—Buenos días Juvia ¿Qué traes ahí?— Mira apunta a una caja que ella tiene en sus delicadas y blancas manos.

—Es solo la declaración definitiva que Juvia le hará a Gray-sama—

No puede ser, aún no lo sabe.

Maldito y idiota Gray. El me prometió que le diría antes de que algo como esto pasará. El me lo prometió.

—N-Nastsu-san ¿se encuentra bien?— la veo extrañado. ¿Se había dado cuánta? ¿Acaso soy tan obvio?.

—Natsu sé que estás encendido por la misión pero relájate— ahora todo tiene sentido.

Literalmente estoy encendido. Todo mi cuerpo está envuelto en llamas y mi cara de vergüenza no disminuye nada. Al contrario, se intensifica.

—A Natsu-san le gustan mucho las misiones ¿verdad?— sentí su vista sobre mí con esa hermosa y adorable sonrisa que acelera cada día mi corazón.

—A Natsu siempre le encienden las misiones— bendita seas Mira. No puedo formular ni una sola mísera palabra. ¡YO NO SOY ASI!.

antes de que alguna de las dos mujeres pudiera decir algo, el tempano de hielo acompañado por Ultear entraron al gremio.

—Juvia tiene que irse. Adiós Mira-san y Natsu-san—

O no, esto es malo, terrible y espantoso. Todas las fichas de dominó están apunto de caerse y nadie puede hacer nada.