❝after;; strange❞
La mañana de ese día se encontraba con un clima relativamente lindo ya que no hacía ni calor ni frío, sino que una tibia temperatura reinaba en todo Francia, algo a lo que Eren agradeció internamente pues era una persona que no podía soportar los días gélidos ni los días calurosos. Algo totalmente complicado de sobrellevar.
Se dirigía a paso rápido hacia su casa, llevaba las bolsas con algunas compras que había hecho pasando por el supermercado y, además, había hecho una parada por un local de comida rápida; donde se deleitó con los deliciosos aperitivos que estaban a disposición suya. Y, como un capricho, había elegido un riquísimo postre de budín de pan junto con frutillas con crema.
Se fijó la hora en su celular percatándose de que era la una con veinticuatro minutos del mediodía, por lo que apresuró el paso intentando llegar lo más rápido a casa. Sabía que Mei estaría con hambre y la pequeña de 6 años se ponía de malhumor cuando no almorzaba a horario.
Al llegar a casa, como pudo introdujo la llave en la cerradura de la puerta, girando el pomo e ingresando finalmente a su hogar. Dejó su chaqueta en el perchero a un costado y se dirigió hacia la cocina, donde dejó las bolsas en la mesada y sacó de ellas todo lo que había comprado acomodándolos en la alacena.
Minutos después unos pequeños y rápidos pasos se escuchaban por el pasillo y una despeinada niña de cabellos castaños y grandes ojos grises se presentó en la habitación. La pequeña llevaba una remera considerablemente más grande que ella de color gris con letras rojas y los pies descalzos.
—¿Ya está la comida? —preguntó refregándose los ojos a la vez que soltaba un largo bostezo.
—¡Mei! ¿Recién te despiertas? ¿Y mamá y papá?
Eren se acercó a ella cargándola entre sus brazos y sacando los cabellos castaños que no le permitían ver su rostro adormilado.
—Si... ella... se fue con papá al consultorio —respondió con los ojos entrecerrados, apoyando su cabeza en el hombro de su hermano.
—Oh, entonces no vendrán a comer. —comentó con desilución —Como sea, comeremos los dos, ¡traje budín de pan y frutillas con crema!
La pequeña al oír eso se alegró pues hace mucho no disfrutaba de un rico postre.
Eren dejó a la niña en una silla mientras que él arreglaba la mesa para que ambos pudieran almorzar y una vez lista, abrió las bandejas con la comida que había escogido para ese día; milanesas napolitanas, supremas de pollo y puré de papa.
Sirvió unas pequeñas porciones para cada uno y, asegurándose de que Mei tuviera una servilleta de tela cubriendo su cuello -ya que siempre terminaba ensuciándose la ropa-, ambos pudieron comenzar a degustar los aperitivos.
Mientras él lavaba los trastes Mei comía el postre sentada en el sillón mientras veía algún dibujito animado que había encontrado en la televisión. Minutos antes la había bañado y le había puesto unos jeans, zapatillas negras y una remera oscura junto con una camisa a cuadros de color rojo y negro. Su cabello castaño se encontraba medio húmedo y por ello estaba haciendo tiempo para que terminara de secarse antes de salir de casa, pues no quería que la pequeña agarrara un resfriado.
ESTÁS LEYENDO
pluie d'étoiles. ☹ riren
Fanfiction( o m e g a v e r s e ); ❝-Te amaré hasta el fin de mis días, lo prometo-masculló entre dientes, apretando con sus dedos la mano pálida de él. -. No te dejaré ir. Aún tenemos miles de lluvias de estrellas por ver. Solo... no me dejes.❞ ❀ p u b l i...