Capitulo 11:

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-Yo sabia que lo que estaba haciendo no era normal, es decir ¿mirarla todos los días? No está bien. Pero cuando me hablo me sentí esperanzado ella también me había visto, y no como uno del montón, si no como  alguien especial. Pero después se fue, yo la deje ir, y ya no la tengo.- dije al borde de las lágrimas, me tengo que controlar, pensé.

         Pablo, mi nuevo sicólogo me miro, no parecía muy convencido con mi historia pero igual pregunto:

-¿Cómo es que se fue?

-La mataron-dije sin dudarlo

         El me miro desconfiado.

-¿Quién?

         Esa era una de las preguntas que mas me temía.

-No lo se, no le pude ver bien la cara.

         Nunca supe que fuera tan bueno mintiendo porque la vedad es que esa cara la tengo grabada en la memoria y jamás la olvidare.

         Pablo dejo salir un pequeño suspiro y anoto algo en la tabla que tenia enfrente, luego de eso me dejo solo en la habitación.

         Era una pieza con mucha luz que yo sentía oscura y fría, no importaban los 20 grados que habían afuera. Me quede ahí unos minutos y el no volvía, me revolví inquieto en mi asiento cuando escuche que se abría la puerta.

         Mi sicólogo me miro con un dejo de pena en sus ojos y luego sonrió, una sonrisa que yo sabia que era falsa, me dijo que podía salir.

         Pablo es joven, no tiene mas de treinta, yo debo ser uno de sus primeros clientes y creo que no le salí fácil. Es difícil creer mi historia y no creo que el la crea, pero si no me ayuda a convencer al resto quizás me ayude a olvidarla, aunque eso sea lo ultimo que quiero.

          Salí con la cabeza gacha y cuando la levante vi a mi mama esperándome junto a Fernando, como lo odio, el no es nada para mi, quiero a mi papá de vuelta, el me ayudaría, y aunque no se pueda, lo daría todo por tenerlo, mamá merece a alguien como el, alguien bueno que valga la pena, y por supuesto que no sea Fernando.

         Me subí al auto con ellos sin decir nada, de alguna manera su presencia me silencia.

-¿Cómo te fue querido?- dijo mi mama.

         ¿Cómo responder a esa pregunta? No se como te va en el sicólogo, si ya estas ahí es porque algo no esta bien, pero tampoco puedo decir que me fue mal, o me pondrían mas horas al día, o molestaría a mi mama que se ve mejor sabiendo que estoy recibiendo la “ayuda” necesaria.

-Pablo es simpático- decidí por decir, ni yo me lo creí pero mi mama no pareció impórtale.

          Todo el camino devuelta a casa estuve en silencio mirando por la ventana, no podía hacer nada mas.

La chica de los ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora